domingo, 26 de enero de 2014

CAPÍTULO 21.

Me pregunto para qué dormir cuando falta tan poco para que sea de día, pero necesito echar una corta cabezada que me haga evadirme de lo que acabo de vivir, que elimine por un rato la tensión que se acumula en mi cuerpo.
El sitio de Niall es demasiado pequeño para que durmamos los dos, y el único que quedaba libre lo ha ocupado Dani horas antes que yo. Lógicamente, no pienso ir a mi autobús y volver a encontrarme con la cara de esa pedazo de puta. Perdón por expresarme así, pero no me salen otras palabras.
Así que el sofá y una gran manta son míos, y la verdad es que con lo grande que es no tengo nada de qué quejarme. Lo es más aún al ponerlo como sofá-cama para después acomodarme todo lo cerca del gran cristal del autobús que puedo, ya que la vista del cielo oscuro y las estrellas yéndose al mismo ritmo que el autobús se mueve es preciosa. Me tapo cubriéndome hasta la nariz y digo en voz alta un "buenas noches" que me responden cansados Zayn, Louis y Niall, también queriendo olvidar todo esto.

Noto movimiento en el autobús y, aunque me he dormido en seguida, no puedo evitar volver a abrir los ojos al sentirlo cerca de mi. Me sorprende la visión borrosa del amanecer que me encuentro por el gran cristal.
-¿Ya tengo que levantarme?- Digo, con la voz tan ronca que casi parece un susurro.
-Llevas durmiendo unos 20 minutos.- Me contesta, con una de sus constantes risas.
Abro y cierro los ojos varias veces hasta aclarar mi vista y giro mi cabeza siguiendo la dirección de su voz. Está justo detrás mía. Le observo durante unos segundos y no sé si habrá dormido o no, pero sus ojos irritados alrededor del precioso color azul me dice que, si lo ha hecho, no le ha sentado nada bien. Su pelo se muestra totalmente despeinado, de forma hasta graciosa, pero en seguida aparto mi atención de ahí para observar su sonrisa de labios finos y rosados unidos.
Niall está de rodillas en el sofá apoyando sus brazos sobre la superficie de color rojo y vestido con un sweater y pantalones grises muy anchos. Esbozo una sonrisa al observar lo adorable y pequeño que parece así.
Giro mi cuerpo hacia el lado contrario y me tapo hasta arriba haciéndole ver que quiero dormir más, a lo que él me responde con otra risa, esta vez algo más alta que en seguida detiene para no despertar a los demás.
-¿A qué esperas?- Le pregunto, ahora con la voz un poco más clara.
-¿Qué?
Suspiro y vuelvo a destaparme, esta vez con más brusquedad, y me muevo hacia un lado para dejarle sitio. Levanto la manta y le hago un movimiento con la cabeza en señal de que quiero que se meta conmigo. No se lo piensa dos veces antes de saltar y taparse frenéticamente para coger todo el calor posible.
Me apoyo sobre un lado dejando caer mi pelo despeinado y seguramente encrespado sobre mi hombro, para así observarle. Pone sus manos bajo la mejilla que apoya en la almohada y baja los párpados, relajando su rostro a la vez que también lo hace con su sonrisa.
Estaba dispuesta a seguir durmiendo cuando, tal y como esperaba, sus manos se han posado en mi espalda y me han echo pegarme hacia él. Las mías han buscado abrazarle mientras que sus pies fríos han hecho que diga un "¡Niall!" en forma de queja, pero sé que cosas como esas son un constante "necesito tu calor" que me dan ganas de abrazarme aún más a él, acariciar su pelo despacio y absorber su aroma al mismo tiempo que escucho el rápido latido de su corazón, a pesar de que parece estar tranquilo.
Susurra un "Oh dios" a la vez que yo aumento mis caricias en su pelo, que parecen ser la puerta hacia ese sueño profundo que los dos estamos deseando coger.
Dormir con él es quizás uno de esos momentos en los que soy feliz por completo. Es algo tan verdadero, tan puro...
Es un momento en el que te muestras en tu estado más vulnerable y real, y compartirlo con él me hace feliz, me hace muy feliz.



Esta vez son los rayos del sol intenso de una entrada mañana los que me hacen abrir los ojos y cerrarlos en seguida al recibir tanta luz. Un pensamiento hace que pegue un gran salto sobre el sofá y sin ni siquiera ubicarme aún, busco en seguida mis zapatos para ir a las clases, pero vuelvo a caer con fuerza hacia atrás sin ganas ninguna de ir. Ya les diré que me encontraba mal o algo de eso.
Otro pensamiento me asalta, pero esta vez no de la misma manera como para levantarme corriendo. El autobús está parado, totalmente vacío y Niall no está a mi lado. ¿Ya hemos llegado a Dallas? Alargo mi mano a mi alrededor buscando mi móvil cuando recuerdo que está en el bolsillo de mi chaqueta, la cual permanece tirada en el suelo.
Me arrastro hasta el filo del sofá. Levanto mi cuerpo levemente y alargo mi brazo con pereza al ver que tengo que levantarme para llegar hasta ella. Desisto sin esperarme que iba a caerme en el suelo casi de cara, dándome a mi misma unos "buenos días" muy dolorosos.
-A veces me pregunto, ¿Por qué eres tan tonta?
Me siento en el suelo y acaricio mi barbilla, dónde me he dado el golpe, antes de levantar la cabeza y apartar todo el pelo de mi cara para observarle apoyado en la pared del fondo del autobús cruzado de brazos con una sonrisa burlona.
-Iba a contestar algo ingenioso para callarte la boca, pero como no se me ocurre nada: eres gilipollas. Ya está- Concluyo, levantándome torpemente para dirigirme al baño.
-¿Te has hecho daño?- Oigo su voz preguntándome mientras miro el pequeño rasguño que me he hecho en la barbilla y lo calmo con agua.
-No es nada.
Al darme la vuelta le veo delante mía apoyado de la misma manera que hace unos segundos. Le aparto dejando salir mi lado más borde de por las mañanas y al fin cojo el móvil para mirar la hora que es. Envío un mensaje a uno de los profesores y les digo que hoy no daré clase.
-¿Y los demás?
-Han ido a desayunar. Yo me he quedado aquí por si te despertabas y no sabías dónde ir.
-Y ya de paso te ríes de como me dejo la cara en el suelo, ¿no?
Vuelve a reírse levantando los hombros y con ese brillo en sus ojos cada vez que su risa es fuerte y verdadera. Sigo en mi papel de chica dura y enfadada a la vez que recojo el sofá-cama y vuelvo a ponerlo como sofá. Pero algo encima de la mesa llama mi atención.
¿Eso son condones?
Tened cuidado, que el amigo de Liam ya nos ha traído una sorpresa...No queremos más xx
No hace falta terminar de leer la nota para saber que ha sido Louis con su habitual cachondeo.
-A mi me parece una buena idea.- Dice Niall, que me estaba observando mientras cogía la nota y los condones. Me río de él y se los tiro al pecho, pero al ser varios no puede cogerlos todos y le dejo ahí, agachándose con torpeza a recogerlos mientras salgo afuera.
Un cielo azul totalmente despejado se abre sobre nuestras cabezas. Ni una sola nube, solo rayos de sol intensos que calman un suave y hasta fresco viento que me hace ponerme la chaqueta en seguida, pero que es agradable. Niall ha sacado una silla y sobre ella está su guitarra con unos cuantos papeles y un lápiz.
-¿Cuándo van a volver?
-¿Los demás? Ni idea, creo que se iban a comprar por ahí o algo, tenemos la mañana y parte de la tarde libre.
Me hago a un lado para dejarle pasar y, aún con el ancho pijama de anoche, mueve la silla más aún hacia el sol y se acomoda ahí cogiendo su guitarra y poniéndose unas gafas de sol negras. Me sonríe.
-Siéntate y relájate, aún queda para que vengan todos.
-¿Y las bailarinas...?
-También se han ido.
 Esta vez soy yo la que sonríe ante la idea de estar totalmente solos rodeados por los autobuses del tour bajo un día tan soleado y bonito.
Me siento sobre las escaleras del autobús que llevan al asfalto y estiro las piernas.
-Creo que se han llevado a Frai a urgencias porque ayer le hiciste demasiado daño.- Me dice, totalmente serio y parando de tocar unas notas que sonaban de su guitarra.
En seguida grito un elevado "¿!Qué!?" que le hace reírse aún más que cuando me he caído mientras yo no paro de pensar en la que he liado. Frai en urgencias por mi culpa...¿Qué he hecho?
 Joder, que no le di tan fuerte, me cago en todo.
-Que no, que es mentira...Era para ver qué cara ponías.
Definitivamente, Niall es gilipollas.
-Pues no me ha hecho gracia.
-No pretendía que te hiciese gracia. Además, si no te hubiese parado seguramente la habrías matado.
-Exagerado...
-¡Pero si le estabas metiendo una paliza que...ni yo tengo esa fuerza!
-Es que te estaba pegando.
-No me estaba haciendo daño.
-"No me estaba haciendo daño"- Repito, imitando su voz en un tono más grave y haciendo gestos burlones.- Te ha dejado arañazos en la cara y todo.
-Y aún tengo la espalda resentida por sus manotazos.- Reconoce, asintiendo- Pero el caso es que nunca te había visto tan...
-¿Tan qué?- Digo, intentando terminar de una vez con el tema.
-Tan oscura... tan salvaje.- Lo dice tan convencido que hasta sonríe con lentitud.
Le respondo con el simple gesto de mirar al suelo. Él hace como si nada tocando las mismas notas que antes en su guitarra, rompiendo el silencio que se ha creado entre nosotros.
-Es que no podía soportar que siguiese pegándote.- Al final me sincero con él, arrojando hacia fuera mi lado más cursi. Pero, por lo que se ve,  él se lo toma perfectamente y me sigue la conversación animado.
-Me quieres.- Dice, con aire de satisfacción.
-Sí, pero sigues siendo gilipollas.- Bajo la voz a la vez que bajo la cabeza haciendo que todo el pelo caiga hacia delante en mi rostro, haciéndole ver que quiero terminar de hablar de la paliza hacia Frai y todo esto que simplemente quiero que se pase rápido.
Unas notas nuevas aparecen esta vez en su guitarra.
-Pues, ¿sabes qué?
-¿Qué?- Rezo para que desvíe el tema mientras levanto la cabeza y le miro. Permanece sentado en la silla con una pierna sobre la otra y agarrando su guitarra con ese amor especial que le tiene desde siempre.
-Yo actuaría mucho peor si algún día me encuentro con David.- Dice esto en un tono grave mucho más profundo, pretendiendo así que me tome la frase muy en serio, pero no puedo hacer otra cosa que no sea reírme muy fuerte.
-¿Tu que vas a hacer, si luego eres más ñoño y sensible que nadie? ¡Venga ya!
-¡Oye, lo haría por ti!
-No te veo yo en el papel de un chico malo metido en una pelea con otro.
-Cuando es por ti y el tío es un hijo de puta, sí.- Ahora parece enfadado. Me lo confirma doblando los papeles que tenía en la mano y levantándose de la silla para ir hacia dentro con la guitarra en la mano, dispuesto a guardarla.
-¡Eh!- Me levanto y me pongo en frente suya, deteniendo su paso.-¡Pero no te enfades!- Sigo hablándole a la vez que le pellizco sus mejillas dejándolas de un rojo más intenso aún del que siempre tienen. Intenta esquivarme inútilmente hasta que al fin cede y sonríe, volviendo a su asiento y desdoblando los papeles.
-¿Qué es eso?
Hago ademán de quitárselos de la mano, pero él es ágil al apartarlos.
-Es una canción para ti. ¿Prefieres que sea sorpresa o canto lo que llevo escrito?
Sonrío incluso antes de que termine la frase, dando pequeños saltos emocionada para después lanzarme sobre él. Le abrazo por detrás dejando un gran y sonoro beso en su mejilla, después, apoyo mi barbilla sobre su hombro y le miro de lado, observando sus ojos a través de las gafas de sol. Hasta así se ven preciosos.
-Sorpresa, quiero que sea sorpresa. ¡Joder, estoy muy emocionada! Aún no he superado My Paradise, y ahora otra... Dios, ¿cómo será? No me hagas esperar mucho, por favor.
Se ríe de esa forma adorable que solo él tiene.- No lo haré tranquila. Mientras esperas, ¿cantamos alguna ahora?
-¡Vale!- Vuelvo a sentarme dónde estaba antes y me cruzo de piernas mientras pienso en algunas canciones.- Me apetece mucho cantar Last First Kiss.
Se concentra en su guitarra y se prepara para empezar a tocar esta preciosa canción. No le da tiempo a mostrar su perfecta voz cuando yo muestro la mía, con ganas de cantar y hasta comiéndome palabras y bailando de forma rara, haciendo de este supuesto momento bonito de dos novios enamorados cantándose canciones un cachondeo muy grande de risas, burlas e insultos, pero con cariño.
-Menos mal que no te has hecho cantante.
-¡Oh, perdone señor Horan, no todos tenemos una voz celestial como la suya!
Esta vez se ríe tímidamente a la vez que empieza otra canción, que es Change My Mind.
Y así continuamos lo que queda de mañana, por mi parte destrozando canciones preciosas con mi horrible voz que encima exagero al emocionarme cantando, por la suya haciéndolas aún más bellas interrumpiendo con su risa.


28 de Julio. Han pasado 4 días desde el anuncio del embarazo de Dani al grupo y la pelea de Frai. Tras esa relajante mañana con Niall tocando la guitarra solo para mi mientras yo cantaba de la forma más horrible posible, me hice la idea de que lo que venía ahora iba a ser un cúmulo de sucesos que lo único que van a hacer es meternos tensión. Pero yo solo tengo dos objetivos: que Dani sea feliz y que nada de esto afecte de forma negativa a ellos como banda.
Cuando los chicos y Dani vinieron, nos reunimos en el autobús porque en ese momento yo era el centro de atención. La noche anterior me había peleado con Frai y solo lo sabían Dani, Liam, Niall, el chico protagonista de todo esto y el otro, que como bien dijo Niall, se fue a comprar comida a la estación de servicio.
-Dí que sí, en el momento más oportuno.
-¡Y yo qué sabía!- Se quejó, pero en seguida le hicieron callarse para que yo siguiese contando la historia. El único que no tenía ni idea , al menos en este autobús, es Harry, que duerme de forma demasiado profunda. Le envidio.
-¿Qué le pasa a esa y por qué está tan obsesionada conmigo?
-Eso digo yo.
-Pues ni idea.
Todos hablan a la vez y en voz alta, confusos ante la situación de la que solo Dani, Niall y yo sabemos la verdad... Y ni siquiera sabemos toda la verdad, porque aún no tenemos ni idea de por qué actúa de forma tan psicópata.
-Teníais que haber visto a Marina lanzándose sobre ella... ¡Fue un momento digno de un vídeo!- Dice Niall, pretendiendo cambiar de tema, y lo consigue haciendo que todos quieran chocar los cinco conmigo o me felicitan por haber tenido el valor de pararle los pies ante tal situación. Al menos todo esto ha servido para echarnos unas risas.
Una de las cosas por las que estos cuatro días han sido duros es porque Dani decidió no darle más vueltas y contarle la noticia a sus padres. Dijo que lo mejor era hacerlo en total soledad para que, si tenían que decirle algo, lo hiciesen sin cortarse de que estuviésemos Liam o yo delante, y así ahorrarse otra llamada. Pedimos permiso en el hotel dónde nos tocaba ese día y nos facilitaron una habitación con un ordenador nuevo y de internet bastante veloz para hacer una videollamada. Le di un gran abrazo a Dani, de esos fuertes que transmitió toda la fuerza que tenía para ella, y Liam le dio un tierno beso cogiéndole cariñosamente de las mejillas. Ambos nos salimos al pasillo y esperamos unas dos horas hasta que la puerta se abrió y, como era de esperar, salió una Dani de nariz y mejillas rojas, al igual que sus ojos irritados, respiración acelerada y voz rota. Había estado llorando muchísimo, y no pensaba parar en ese momento.
Entramos con ella y le cogimos cada uno una mano. Yo entrelacé mis dedos con los suyos mientras Liam besaba su otra mano a la misma vez que fijaba sus ojos sobre ella, intentando calmarla con su mirada preocupada. Son tan tiernos, joder, son tan adorables, tan protectores el uno con el otro que...Que sé que el bebé recibirá el mismo amor y todo saldrá bien. Puede que me haya costado convencerme, pero tras ver tanto amor en un solo gesto, ¿quién no tendría el sentimiento de que todo será perfecto? Aunque quizás luego no sea así.
Dejamos que Dani se desahogase llorando un buen rato hasta que se calmó y, tartamudeando con la voz rota, nos contó lo que ya nos esperábamos. Ven esto como la mayor locura de su vida, y su preocupación mezclado con enfado hacia su hija ha llegado a tal punto que no le dejaban decir palabra, simplemente la insultaban o la dejaban como inútil, diciéndole que es una irresponsable, inmadura y hasta que no será una buena madre. Por supuesto, han amenazado con hacerla volver a España.
Pero, después de todo, ellos son sus padres y Dani es su hija, y al verla llorar tan débil a miles de kilómetros, han dejado que ella explique lo que siente ante todo esto. Al final han quedado en hacer otra videollamada con Liam delante y aclararlo todo. Esta vez fue Liam al que le atacaron los nervios y yo no pude evitar esbozar una sonrisa ante tal cara de miedo. Eso hizo que al fin, tras cuatro horas seguidas llorando, Dani pudiese esbozar una pequeña sonrisa y lanzar un profundo suspiro.

Tras todo esto solo queda decir que las bailarinas se han enterado del embarazo, y aunque no le han dicho nada directamente a Dani, sabemos gracias a Sofía y a Raquel que así es, así que es cuestión de tiempo que lo sepa todo el mundo. Ante esto Dani se ha hecho fuerte y ha dicho totalmente convencida que lo hará público dentro de poco, solo que tiene que prepararse. No nos ha dicho de qué forma, pero sé que está intentando no parecer más débil de lo que está y recuperar esa característica fuerza que ha tenido siempre.

También hubo una divertida llamada a Elena y Cristina. Fue tan larga que creo que voy a tener que pedir ayuda a todo el equipo del tour para pagarla, pero mereció la pena. Primero le contamos lo que pasó con Frai y, sin exagerar, estuvimos unas tres horas riéndonos sobre eso e insultando a Frai, eso sí, comprobando que no había nadie alrededor nuestra que pudiese quitarme el móvil... Tras eso Dani contó la gran noticia y nos pasamos otras casi dos horas hablando sobre ella. Pasaron por varias fases de asimilación, luego celebración, preocupación... Más o menos pensaban lo mismo que yo tenía en mente, solo que a Elena se le veía algo más animada y a Cristina más negativa, aunque coincidían en opiniones. Dani explicó con diferentes palabras pero el mismo mensaje la ilusión que nos hizo ver a todos el otro día en la habitación y ellas parecieron comprensivas ante sus sentimientos.
-Venga joder, que tenemos que irnos, ¡no nos entretengáis más!- Les grité, mirando la hora alterada porque llegábamos tarde al concierto de esa noche.
-¡Pero si habéis sido vosotras!- Me respondió Cristina gritando más alto.
-¡Oye!
-¿Y que esperabas tras esta noticia? ¿Un "vale, enhorabuena, adiós"?- Dijo Elena, con toda la razón.
-Pero ya en serio, que tenemos que irnos...- Intentó razonar Dani, pero entre tantas risas no había quien hablase en serio.
-¡Vamos a colgar en tres, dos...!- Empecé una inútil cuenta atrás antes de que Cristina volviese a interrumpirme.
-¡Una cosa más y ya os vais!
Dani y yo nos miramos y asentimos no muy convencidas.
-Qué quieres ahora...
-Vamos a jugar al bingo: yo pongo los cartones y Dani pone el bombo.
Escuchamos unas risas muy fuertes antes de que Dani me arrebatase el móvil y colgase, pero después no pudo evitar reírse del penoso chiste de Cristina.
En ese momento me di cuenta de lo mucho que las echaba de menos.



Ya está casi todo listo para el concierto de esta noche, los asientos colocados, el escenario listo, luces y sonidos probándose... Todo parece estar correcto, solo falta hacer algunos ensayos, por eso estamos aquí con los chicos y las bailarinas. Antes de empezar, ellas calientan sobre el escenario y los chicos están dispersos por ahí, investigando cómo es este sitio.
Harry y yo estamos sentados en unos asientos que hacen esquina muy pegados al escenario: la zona vip. Posamos nuestros pies sobre los asientos que hay delante y comemos una bolsa de patatas que se ha comprado hace un rato antes de entrar.
-¡Estate quieta, que te las vas a comer todas!- Dice, apartado la bolsa de mis manos justo antes de ir a por otra patata. Espero unos segundos a que vuelva a su postura inicial y le quito la bolsa con facilidad, apoderándome de un buen puñado esta vez.
-Te jodes.- Le digo, satisfecha. Él se limita a esperar a que termine de devorar la bolsa, negando con la cabeza.
Harry es genial, y no solo conmigo. Es así con todo el mundo. Es la típica persona que encuentra el lado divertido de las situaciones más complicadas, aunque él también las sienta. Pero, a la vez, es profundo, y cuando tiene una conversación seria te hace pensar mucho, hasta el punto de replantearte cosas.
A veces, en situaciones como esta, me pregunto por qué no fue él. Por qué, en su momento, en Londres, cuando su casa más bien parecía la mía, por qué decidí irme con Niall en vez de con él. Por qué no cogí la oportunidad cuando me besó preparando la fiesta de cumpleaños de Louis, por qué seguía detrás de Niall cuando él me lo estaba dando todo y, de una forma u otra, le quiero.
Pienso en todo esto observándole. Lleva sus traviesos rizos recogidos en una cinta de cuadros rojos y marrones. Tiene una camisa desaliñada de color azul oscuro que muestra sus hombros y también el montón de tatuajes de sus brazos. Los rotos de sus vaqueros y, finalmente, sus características botas. No se las quita nunca, es como yo con mis Converse.
Pero la respuesta no tarda en llegar. Harry es genial, pero yo quiero a Niall. Parece una respuesta lógica que no da ninguna explicación a mi pregunta, pero es así. Me enamoré de su timidez ante temas serios, pero lo abierto que es en cualquier sitio, de su lado sensible que solo yo he podido sacar a la luz, en definitiva, de él, de Niall. Harry no es para mi.
-¿Sabes qué?- Me dice, retomando la conversación.
-Dime.
-He decidido pedirle salir a Vito.
Me levanto de mi asiento y aplaudo contenta. Quizás no sea para mi, pero sí para ella.
-¡Ole y ole!
-¿Ole?- Repite él, confuso
-Es una expresión española.- Le explico, riéndome.- ¿Y dónde la vas a llevar? ¿Cuándo se lo vas a decir?
-Bueno...- Baja los pies del asiento de delante y se toca los rizos cerca de la nuca, pensativo.- Creo que ahora después, en el descanso del ensayo. No sé dónde voy a llevarla, ya se me ocurrirá algo...Tendrá que decirme que sí primero, ¿no?
-¡De eso no hay duda!
-¡Vamos a ensayar!- Grita Louis. Se levanta y le hago chocar los cinco antes de que se ponga a bajar las escaleras que llevan a la parte de abajo mientras que Dani las sube para sentarse conmigo.


Los chicos terminan de ensayar I Would  tras varias interrupciones, caídas, y risas por parte de Dani y mía, que observamos el panorama que traen desde unos asientos en la parte de abajo. Es divertido ver cómo algunas de las bailarinas se equivocan de pasos y chocan, los chicos se ríen y no pueden continuar cantando, la coreógrafa se enfada y nosotras mientras grabamos para subir los divertidos vídeos a Instagram.
Nos levantamos y subimos al escenario a la vez que ellos van hacia dentro para descansar un rato. Sofía me hace una señal con la mano y yo le doy un toque a Dani en el hombro para que me siga.
Nos metemos con ella por un pasillo hasta acabar en una habitación con maquillaje y trajes de todo tipo, se supone que es la de Lou Teasdale pero no está. En vez de ella, nos encontramos a Raquel.
-¡Por fin! Qué difícil es esconderse un rato, joder...- Exclama cuando nos ve entrar. Se sienta sobre una mesa y se hace un moño improvisado con su alocado pelo tras tanto ajetreo. Sofía se tira sobre el suelo y suspira agradeciendo lo frío que está para sus enrojecidas mejillas.
-Creo que no vais a llegar al concierto vivas...-  Digo, riéndome.
-Decidnos por qué nos habéis llamado antes de que nos pillen...- Dice Dani, a la vez que se sitúa cerca de la puerta, por si acaso.
-El otro día oímos a Frai hablar con Vane de que estaba planeando algo para joderte a ti- Raquel me señala a la vez que habla.- Pero Paula apareció por detrás e intentamos disimular que estábamos poniendo la oreja lo mejor que pudimos...
-¿Entonces?- Pregunta Dani.
-Solo os podemos decir eso: Frai está tramando algo, y esta vez va a por ti.- Vuelve a señalarme.
-Si lo miras desde el lado positivo, mi objetivo era que dejase en paz a Elena y lo he conseguido.- Me río intentando quitar importancia al asunto. Sofía y Raquel no me siguen por mucho tiempo, sabiendo que sí la tiene.
-Si conseguimos averiguar algo, será espiándola...No confía en nosotras para todos sus planes.- Nos aclara Sofía.
-¿Y eso por qué?
-Solo se los cuenta a Vane, Mónica y Paula que son sus mejores amigas desde siempre. A nosotras y a Vito solo nos conoce de estar en la misma academia.
-¿Y por qué Vito está con ellas?- Pregunta Dani, que se muestra indignada a vez que se cruza de brazos y apoya su espalda sobre la puerta.
-Por Mónica.- Responde Raquel, suspirando profundamente y poniendo los ojos en blanco, dando a entender que ese tema le tiene un poco harta.
Yo, que estaba apoyada sobre una mesa, me levanto bruscamente tirando algunos botes de laca. No les hago caso a pesar de que hacen mucho ruido al chocar con el suelo. Las tres me miran desconcertadas.
-¿Por Mónica?
-Es que Vito es lesbiana.- Nos aclara Sofía.
-¿¡Que Vito es lesbiana!?- Pregunto, mostrando preocupación en vez de duda.
-Sí...- Me responde Raquel, dando a entender que no entiende mi reacción con su tono de voz.
-Me ha llegado un mensaje.- Dice Sofía en ese momento.- Nos están buscando.
-¡Vámonos!- Ordena Raquel, pegando un salto desde la mesa.
-¿Y qué decimos si nos ven?- Pregunta Dani.
-Pues...pues resulta que bajando las escaleras hacia el backstage te has caído. Espero que sepas actuar.
Mientras Raquel y Sofía se dispersan, yo ando torpemente más pendiente de la pantalla del móvil que de mis pasos. Abro WhatsApp y pulso donde pone "Styles" en la pantalla.

¿Has hablado ya con Vito?

Espero unos segundos, y cuando iba bloquear el móvil para salir a buscarle, vibra en mi bolsillo.

Sí.

Se le ve tan distante con ese solo "sí" que mis dedos pulgares se paralizan ante la pantalla. Ahora no sé qué coño decir.

Me acabo de enterar ahora, hablando con Sofía y Raquel.

Lo envío y me decido a seguir escribiendo: "si lo hubiese sabido antes te lo hubiese dic..."
Me ha contestado.

No es tu culpa, no es culpa de nadie. 

Me desespero ante tal situación. Harry, una vez más, destrozado. No puedo permitirlo, no otra vez. Y, por muchas vueltas que le doy, siento que la culpa es mía, que todo esto empezó por que me quería a mi y yo a él no.

¿Dónde estás? 

No vengas- me dice al segundo de escribirle mi pregunta.- Ahora mismo me gustaría estar solo. Gracias por todo :) xx

Intento creerme esa sonrisa y los dos besos que me manda, intento tomarme bien ese "gracias", pero sigo queriendo ir tras él y ver cómo está, aunque sé que mal.
Espero que disfrute de su momento de soledad y luego pueda hablar con él.
Me susurro cosas a mi misma antes de salir al escenario y buscar a Dani.




Harry sale por una de las puertas que hay por la parte de atrás del escenario sin ni siquiera saber hacia dónde da. Sujeta el móvil con la mano derecha con tal fuerza que los huesos se le marcan. Con la otra no para de revolverse el pelo, finalmente quitándose la cinta que ataba su cabello.
Tras andar un rato acaba en el aparcamiento. Ahora el móvil vibra en su mano y suena música: le están llamando. Serán los demás, esperándole para ensayar. Pero él no quiere ensayar. Ni hablar con Marina, ni desahogarse con ellos, ni hablar con nadie ni hacer nada. Solo le apetece tirarse en el asfalto entre la furgoneta y uno de los autobuses, y así hace, intentando esconderse del mundo. Pone el móvil en silencio e intenta relajarse, pensar en otra cosa que le de fuerzas para levantarse y volver al ensayo, pero no puede. De la rabia muerde la cinta que lleva en su mano, ha hace una bola y la tira con fuerza. ¿Qué cojones pasa con él? Ya no sabe cómo sentirse. Vito solo le gusta. No la quiere como hizo con Marina, solo le gusta. Y tenía esperanzas de empezar algo nuevo con ella, quizás una cita o dos, varias sonrisas, puede que algún beso, y, quién puede decir que no pasase nada más. Pero no es que ella sea lesbiana lo que le tiene enfadado. El el hecho de que cada chica que le ha gustado desde hace un tiempo pasa de él. Y se siente mal, siente que está solo. Marina con Niall y su relación perfecta, Louis y Eleanor empalagosos cada vez que se ven, Liam y Dani que van a formar una familia, Zayn que pilla cualquier oportunidad para hablar con Perrie...Se les ve a todos tan felices, tan alegres, enamorados...Con alguien que les completa. Pero, ¿¡qué pasa con él, eh!? ¿¡Nadie es para él!?
-¿¡Cuándo cojones me toca a mi!?- Grita, con una voz tan oscura que podría asustar a cualquiera que esté alrededor, pero parece ser que está solo mientras su voz hace eco. Solo, otra vez.
Se reincorpora sobre el suelo y apoya la espalda en la puerta negra de la furgoneta. Cierra los ojos e intenta relajarse.
"Estás enfadado por una tontería. Calma.", dice, intentando ser razonable con él mismo. Consigue regular su respiración pesada a un ritmo más suave y volver a colocarse la cinta recogiéndose el pelo.
De repente, como un rayo de luz, una persona viene a su cabeza. Lo ve claro, pero a la vez tiene dudas. Es la única persona que ahora mismo le podría entender. No sabe si se siente sola, pero lo está. ¿Hay alguien que le entienda mejor? Ni Louis, siendo su mejor amigo, podría entender nada ahora. Ni Marina, que está muy colada por Niall. Esa persona es la única que podría animarle aunque sea lo más mínimo en esta situación.
Así que desbloquea la pantalla táctil de su móvil y busca en WhatsApp su nombre. Por un momento se queda pensando qué ponerle.
-Empiezo con un "hola"...
Pone la palabra "hola" en el teclado táctil, pero en seguida la borra y respira hondo. Sus dedos empiezan a correr por el teclado, libres.

Cristina, sé que llevamos un tiempo sin hablar, pero necesito contarle esto a alguien. Tu sabes que yo quería a Marina, bueno, pues ha empezado a gustarme Vito, pero solo gustarme... Le he pedido salir y resulta que es lesbiana. Me siento, bueno, no sé cómo. Necesitaba desahogarme.

Lo envía con los ojos cerrados y se queda así durante unos segundos. Al abrirlos no hay nada, así que decide juntar sus piernas y sujetarlas con los brazos a la vez que sus manos sostienen el móvil, pendiente de una respuesta.
Un par de llamadas más de Liam y Zayn llegan, pero las ignora, solo pendiente de la respuesta de Cristina.
Una llamada de Marina.
Mensajes de Marina.
Y justo cuando iba a levantarse para volver al ensayo, Cristina aparece. Un mensaje de WhatsApp tan original como raro. Sí, eso es. Una respuesta rara. No se esperaba esa reacción para nada.

Harry, joder, vaya suerte tienes...¿te has enamorado de una lesbiana? Tío, JAJAJAJAJAJA No aciertas ni una...

Como un soplo de aire fresco, como agua en su rostro, como una sonrisa. Eso es, una sonrisa. Harry está sonriendo. Por fin, está sonriendo. El humor con el que se ha tomado Cristina la situación le ha hecho mover los labios y esbozar esa sonrisa que tanto esperaba.
"Oye, no te enfades, estaba de broma." Lee esta vez. Cristina se piensa que se ha enfadado al no contestar Harry.

Al contrario, me has hecho reír. Es gracioso, si lo miras bien.

Y entonces, casi sin darse cuenta, se acomoda aún más, relaja su cuerpo sobre el suelo y estira las piernas. Apoya sus muñecas sobre su vientre y escribe, hablando con fluidez con Cristina.
Ignorando las llamadas, los mensajes. Sonriendo.







2 comentarios:

  1. Porque escribes tan bien? ? Porque???porque todo lo que escribes es tan perfecto?? Como haces que me sienta como si estuviera allí al lado de marina de dani de harry de niall?? El capitulo perfecto como siempre y a ver si desvelas ya el secreto!!!! Un beso enorme! !!

    ResponderEliminar
  2. AY POR FIN NUEVO CAPITULOOO QUE GANAS TENIAAA , UNA VEZ MAS ME HA ENCANTADO, VAMOS POR PARTES JAJAJ
    LO PRIMERO, LA MAÑANA DE NIALL Y MARINA, EN SERIO, SE PUEDE SER MAS ADORABLE? SI ESQUE SON DE LO MEJOR, ME ENCANTAN ESTAS PARTES EN LAS QUE TAMPOCO PASA ALGO IMPORTANTE PERO QUE SON PRECIOSAS, ALGO RELAJADO Y PRECIOSO
    LUEGO LO DE DANI, POBRECITA...ME DA PENITA , PERO SE QUE VA A SER SUPER FELIZ CON LIAM Y CON EL BEBE Y EL BEBE VA A SER EL BEBE MAS QUERIDO DE ESTE MUNDO CON UNA MAMA Y UN PAPA SUPER GENIALES Y CON ESOS CUATRO IDIOTAS TAN INCREIBLES COMO TIOS Y ESA PEDAZO DE PERSONA DE MARINA COMO TIA
    SIGUIENTE PUNTO, LO DE FRAI, COMO HAGA DAÑO A MARINA SE VA A ENTERAR, ME CAE MAL, A VER SI SE DESCUBREN YA LAS RAZONES DE PORQUE ES ASI, PORQUE YO NO LO ENTIENDO
    BUENO Y POR ULTIMO PERO NO MENOS IMPORTANTE, LO DE HARRY, POBRECILLO MADRE MIA, SI ESQUE NO HACIERTA CON NINGUNA, TIENE QUE ACABAR CON CRISTINA, HARIAN LA PAREJA PERFECTA ESTOY SEGURA, QUE YA LE TOCA A EL QUE LE SONRIA UN POCO EL AMOR JEJEJE
    BUENO, Y HASTA AQUI MI COMENTARIO :) ESTOY DESEANDO LEER EL SIGUIENTE, NO TE IMAGINAS LO MUCHO QUE ME ENCANTA TU NOVELA, ES LO MEJOR DE LO MEJOR
    UN BESO MUY FUERTE
    @loulinizarries

    ResponderEliminar