domingo, 28 de julio de 2013

CAPÍTULO 6.


Se supone que esta mañana iba a convertirse en tarde al despertarme tras recuperar todas las horas de noche en vela, pero para nada fue así. Cuando terminó el concierto, Dani, Alfonso y yo esperamos a que todo el Palau estuviese vacío para subir al escenario e introducirnos en los liosos pasillos en busca de nuestros chicos para celebrar lo bien que salió todo, pero al rato de dar vueltas como si estuviésemos en un laberinto, Andrea nos dijo que Paul se los llevó al hotel justo al terminar para tener una reunión de urgencia. Con toda la desilusión del mundo, pedimos un taxi y nos vinimos a nuestro hotel. Aunque nos costó dormirnos a los tres, el solo pensamiento de todo lo que habíamos hecho en el día nos hizo cerrar los ojos.
Ahora, siendo la felicidad la que me acapara y la que hace que lleve sonriendo lo poco que llevamos de mañana, es la preocupación la que va tomando lugar en mi cada vez más rápido. ¿Por qué Paul se los llevó con tanta prisa al hotel? Lo único que me viene a la cabeza es que es algo grave... Ayer los llamé a los 5, pero lógicamente sus teléfonos estaban apagados o no me contestaron por la posible bronca de Paul al hacerlo. Ahora deben estar durmiendo, así que me concentro en lo que vamos a hacer en el día de hoy e intento dejar la intriga a un lado.
Ayer Andrea nos recomendó una cafetería y prometió pasarse a recogernos en taxi para llevarnos. Una vez allí, nos presentará a esas amigas que dijo. Tengo el presentimiento de que estará la otra bailarina delgada de pelo negro que la esperaba ayer con alegría.
Andrea parece una buena chica, pero sobre todo la primera impresión que me ha dado es el poder de decisión y la seguridad que la mueve. Aunque todas las bailarinas miraban a los chicos y, bueno, también a nosotras con ganas de decirnos algo, ella fue la única que se atrevió a acercarse, y una vez que lo hizo no se cortó en hablar y hasta en invitarnos a tomar algo. Además, también la he visto de vez en cuando riéndose de alguna tontería con los chicos y hasta la vi hablando unos minutos con Louis. Esa faceta de chica tímida y torpe que mostró al derramar el agua sobre Dani ha desaparecido por completo, y no puedo evitar acordarme de Cristina al analizar la que parece su personalidad.
¡Cristina, Elena, vienen a Madrid! Hoy es otro día de ir de un lado para otro...Cuando salgamos de la cafetería, tendremos que volver al hotel y recoger las maletas para ir al aeropuerto dónde nos van a llevar con el jet privado, y media hora después de nuestra llegada vendrán mi prima y Cristina tras su cinco meses en Londres, viviendo ese sueño que tenían ambas en común. Y tras eso tendremos que buscar el hotel donde vamos a estar las 4 y mi hermano, un hotel parecido a éste que reservamos hace varias semanas por internet. Por la noche seguro que Louis propone ir de fiesta o algo parecido para celebrar lo bien que salió todo ayer.
Ayer. Posiblemente uno de los mejores días de mi vida. No me lo esperaba para nada, en serio, me sentía tan pequeña en ese escenario rodeado de  pantallas gigantes, todos los colores y luz a nuestro alrededor y estas 5 brillantes estrellas cantando...¿para mi? No sé si Harry, Zayn, Louis o Liam lo estaban haciendo, pero está claro que Niall sí. Lo dijo, casi lo gritó al público, y entonces no sabía si sentirme pequeña entre tanta grandeza o enorme por ser la protagonista de aquel momento. Lo único que noté es que me faltaba la respiración y que él terminó de quitármela cuando antes de besarme posó sus labios sobre los míos y los curvó en una suave sonrisa que aún cantaba la letra de la canción en susurros. Solo para mi...


Abro el armario y me guío por coger algo de mi estilo pero que sea cómodo por todo el ajetreo que nos espera hoy. Tras investigar un poco mis manos llegan a los graciosos tirantes rosas que me compré al acordarme de Louis cuando solía llevarlos y digo yo, ¿por qué no? Al engancharlos a unos shorts suben mi trasero y hacen que las piernas se descubran algo más realzando mi figura. Los acompaño con una camiseta que pillé por bajo precio en una tienda de Málaga y que me encanta por la mezcla de colores vivos y desordenados que hacen que el naranja atardecer de los shorts resalte aún más. Mi pelo permanece liado en una toalla, así que me desprendo de ella para que se seque con el aire del ambiente tras la ducha que me he dado hace un rato. Al final se queda salvaje, pero bonito y según el pelota de mi hermano, muy favorecedor.
Dani opta por un gracioso vestido que se abrocha por la parte de delante gracias a unos botones que van desde el pecho hasta los muslos. El color rosa chicle hace que el poco moreno, más bien tostado de su piel resalte mucho más y al ser algo estrecho realza su pecho incluso más que los tirantes lo hacen con mi trasero.
-¡Eh! ¿Dónde vas tan sexy?- Se ríe de este comentario que le suelto acompañado de varios silbidos y esperamos a que mi hermano se calce sus zapatillas negras para salir de la habitación, aunque nos hace entrar otra vez para coger su gorra azul cielo de NY que a veces me gusta ponerme a mi.

Cuando bajamos, Andrea nos espera en la puerta del hotel con un taxi aparcado y le pedimos perdón por si hemos tardado mucho.
-No os preocupéis, cuando tenga mi coche por fin podré pasar de los taxis.- Nos afirma con una sonrisa mientras se monta y le da la dirección a la taxista.
-¿Tenéis hambre?- Nos pregunta.
-¡Sí!- Contesta en seguida mi hermano.
-Bueno, no hemos desayunado.- Dice Dani por las dos.
-Perfecto. Vamos a una cafetería experta en grandes desayunos, ¡tiene unas tartas de cereza buenísimas!
Cuando llegamos ella se empeña en pagar el viaje, así que tras una discursión de esas estúpidas salimos del taxi y la esperamos.
-Andrea, ¿sabes a qué hora...?- Dice Dani, apunto de preguntarle algo.
-Oh, no me llames Andrea, mejor llámame Frai. Total, estamos entrando en confianza.
-¿Frai?- Pregunto yo, ya que no he oído ese nombre nunca.
-Mi apellido el Fraisolí, de ahí viene.
-¡Ah! Pues, Frai, ¿sabes a qué hora hay que estar en el aeropuerto? No estamos seguras de si es a las 13:00 o a las 13:30...
-Es a las 13:00, me lo dijo ayer Louis.
Mientras ellas dos hablan de la hora, yo me fijo en la variedad de pasteles y tartas que hay expuestas tras un cristal cuando entramos a la cafetería. Decorada con tonos rosas y amarillos, nada más entrar y notar el olor que impregna el local sabes que vas a acabar más llena que cuando visitas a tu abuela y te da de comer.
-¡Frai, aquí!- Dice una chica bajita de pelo rizado y negro. Los tres seguimos a Frai y a su amiga a una mesa donde nos encontramos a otras 5 chicas más. Dani, mi hermano y yo nos quedamos algo sorprendidas al encontrarnos con 6 chicas nuevas cuando se supone que solo íbamos a conocer a unas amigas...
Como sospechaba, ahí está sentada la bailarina morena, que habla con otra chica castaña mientras nos mira de reojo. Frai hace que se levanten todas para hacer las presentaciones.
-Esta es Sofía.- En primer lugar nos presenta a la chica que nos ha traído a esta mesa. Me doy cuenta de que es guapísima mientras le estoy dando dos besos. Tiene unos labios perfectamente alineados y unos ojos marrones redondos que hasta intimidan de lo grandes que son. Tiene el pelo recogido en una coqueta trenza, pero se adivina que es rizado por algunos graciosos mechones que le caen en los hombros.
-Esta es Vanesa, pero decidle Vane- ¡Por fin, la otra bailarina! Tenía curiosidad por saber su nombre. Al levantarse su pelo se mueve con ligereza y cae en su espalda por completo para después deslizarse hasta su pecho con la suavidad de un liso asiático. Vane tiene los ojos oscuros y más pequeños que los míos, pero no tanto como los de Dani.
-Esta es Vito- Vito tiene el pelo parecido al de Frai pero con un gracioso recogido que le hace un mini tupé en la cabeza y que le queda genial. Tiene una bonita sonrisa que observo cuando va a darme dos educados besos.
-Esta es Mónica- Ahora se acerca una chica alta de pelo rizado que cuando va a por  Dani dicen las típicas bromas de ser las más altas del grupo y además ambas tienen el mismo tipo de pelo rizado, aunque Dani lo tiene mucho más largo.
-Esta es Raquel- Cuando la penúltima chica de pelo ondulado y negro como el de Vane viene a darme dos besos me doy cuenta de que Frai y Vane no son las únicas bailarinas del grupo...¡Todas son bailarinas! Ahora me acuerdo, ¡sí! Raquel tiene que hacer un paso bastante complicado cuando pasa por delante de Zayn, ¡y casi se cae el otro día, en el ensayo! Y Mónica es una de las chicas que sujeta a otra que no se encuentra aquí cuando hacen un gran salto en el aire... Pero, si no me equivoco, Sofia es una de las que hace saltos en el aire...
De lo que si estoy segura es de que la última chica que me presentan, Paula, se tiró todo el concierto y parte del ensayo dando volteretas por el escenario y consiguió marearme al cabo del rato. En una de las veces casi se arranca su largo pelo castaño, muy parecido al mío, cuando una voltereta algo más complicada no le salía.
¿Cómo no me había dado cuenta antes? ¡Todas son bailarinas!
-¡Eh, todas sois bailarinas del tour!- Finalmente digo lo que pienso en voz alta y mi hermano y Dani dicen “¡es verdad!” a la vez mientras todas se ríen.
-Somos “Las españolas”...- Dice Mónica, con un movimiento de manos y voz que hace que parezca la presentación de una peli de aventuras.
-¿Las españolas?- Dani pregunta divertida mientras todas nos sentamos.
-Se lo inventó la “inglesita”- Nos contesta Paula riéndose.
-La muy zorra...- Masculla Mónica en voz baja.
-¡Mónica!- Frai le da un pequeño tirón de pelo mientras ella se ríe a carcajadas haciendo que Sofía y Raquel también lo hagan.
-¡Pero si tiene razón!- Grita Vito.
-¡Eso, eso!- La apoya Vane.
-¡Eh, que estamos perdidas, explicadnos!- Digo yo, haciendo que se tranquilicen. Sofía toma la palabra y resulta que son “Las españolas” porque de todas las bailarinas son las únicas de España y cuando se conocieron terminaron por llamarse así entre sus compañeros, que son de variados países. La “inglesita” es una de sus compañeras, y según nos cuentan entre palabras malsonantes y risas, intentó acercarse a Harry mientras se contoneaba haciendo unos pasos de baile que para nada entraban en la coreografía.

Mientras una camarera nos prepara un trozo de la tarta que nos ha recomendado Frai a cada una, siguen contándonos cosas que van saliendo sobre la marcha. Al final nos enteramos que debemos alejar a Liam de una tal Samanta y a Niall de una chica llamada Adela.
-No os preocupéis, en cuando una de esas dos se acerque a vuestros novios oiréis a Mónica gritar “¡guarra!”, porque ella no se corta...-Nos afirma Vito mientras se ahoga en su propia risa.
También nos enteramos de que están ahí gracias a que su compañía de baile es de las más famosas de España y que según les han contado, Paul y los demás que organizan todo este tema decidieron lo de las bailarinas cuando el destino más próximo era España, así se que montó una especie de competición entre 10 compañías y la suya resultó la ganadora, pero como solo querían chicas para el tour, tuvieron que coger a la mitad para que las demás se quedasen en la academia con los chicos para las demás actuaciones.
-¡Por culpa de Adela casi no entro!- Grita de repente Frai mientras desmenuza una servilleta con las manos.
-¡Ya ves! Quería llevarse a su mejor amiga, pero como Raquel se lleva genial con la directora pudimos volver a meterla.- Explica Vane.
-Algo bueno tenía que tener ser su vecina...- Dice ella con una sonrisa victoriosa.
Tras dos horas y media de charla me doy cuenta de que Raquel Sofía y Paula son algo más tímidas que las demás, pero también han entrado en la conversación numerosas veces para hacernos reír. Frai y Vane claramente son las seguras, las que hablan por todas y casi siempre tienen razón. Mónica y Vito son las graciosas, las que más carcajadas están creando.
-¡Ah, que se me olvida!- Frai busca en una gran bolsa y tras unos segundos pone ante mis ojos mi libro, y aunque parezca increíble, aún se me hace raro ver mi nombre en uno de verdad. También me da un bolígrafo y en seguida las demás sacan un libro cada una para que lo firme.
-¡Me siento como en una firma de verdad!- Digo, super motivada y contenta
-¿Aún no has hecho ninguna firma de libros?- Pregunta Sofía.
-No...Lo único que he firmado han sido autógrafos en papeles, así en plan rápido por la calle a algunas Directioners.... Así que no tengo ni idea de qué poner.
-Bah, lo típico, “Un beso para Frai” tu firma y listo.
-¡No! Yo quiero ser original...
Tras unos segundos de silencio dejándome pensar, el alboroto empieza otra vez porque en seguida se acuerdan de que han traído varias revistas en las que sale Dani y ahora ella se encuentra con el mismo problema de originalidad, pero las dos empezamos a divertirnos y a jugar con su curiosidad sobre lo que vamos a poner.
Cuando firmamos, lo entregamos todo con sonrisas traviesas y cada una lee sus firmas en voz alta.
-“Para la genial de Frai. Gracias por hacer que ahorre agua”- Le pone Dani, haciendo que recordemos cuando le tiró la botella y nos volvamos a reír.
-“Para Mónica, gracias por tus consejos sobre las zorras que bailan”- Le pongo a Mónica, y ella no para de reírse achinando los ojos, un gesto que me recuerda a Liam.
-“Para Vane y su pelo que seguro que le protege de los días fríos”- Así, una a una, leen las pintorescas dedicatorias que hemos puesto sobre lo que más nos ha llamado la atención de ellas y terminamos haciéndonos fotos con amplias sonrisas en la puerta de la cafetería antes de salir corriendo a por las maletas para volar a Madrid.
-¿Cómo vais vosotras a los sitios? ¿También venís en el jet?
-El transporte por España nos lo apañamos nosotras hasta que Paul consiga un avión más amplio porque somos bastantes personas nuevas.- Explica Sofía.
-Entonces...¿nos vemos en Madrid?- Dice Dani.
-¡Nos vemos en Madrid!- Le contesta Vito con un gran grito y todas nos abrazamos antes de irnos y no vernos hasta dentro de varias horas.



En el taxi que nos lleva al aeropuerto reflexiono sobre la gran mañana que hemos pasado. Aunque, sinceramente, me esperaba a varias chicas que iban a estar preguntado cosas sobre los chicos y nuestras relaciones, ( cosa que para nada me molesta, ya que yo probablemente hubiese hecho eso) más bien hemos hablado de todo menos de los chicos, y eso que todas nos han confirmado que son Directioners. Me ha gustado enterarme de los cotilleos de las bailarinas y sobre todo haberme reído tantísimo con unas chicas que no había visto nunca y que ahora parece ser que conozco bastante bien.
Cogemos las maletas del maletero y el taxi se va mientras nosotras entramos en el aeropuerto. Por suerte no tenemos que buscar a los chicos porque están en una zona llena de guardias, que, la verdad, están llegando a ser agobiantes.
Silenciosamente me acerco a Harry por la espalda con la intención de darle un susto, pero al final termino hundiendo mis manos en su abundante pelo rizado, tal y como le saludaba siempre cuando estábamos en Londres. Aún así, él se asusta un poco y para devolvérmelo  me coge de la cintura y me eleva en los aires con la falsa intención de tirarme al suelo.
-¡Suéltame, Harry, joder!- Digo riéndome cuando me siento lo bastante mareada como para patalear en el aire. Cuando me suelta saludo a los demás con abrazos y demás gestos de cariño hacia mis 5 idiotas, y finalmente los ojos de Niall vuelven a mirarme con ganas, haciendo que corra hacia él.
Me lanzo  pillándole desprevenido y reacciona rodeándome con sus fuertes brazos. Apoyo mi cabeza sobre su pecho y él lleva una de sus manos a mi cabeza mientras acaricia mi pelo.
-Ey, gracias. Joder, Niall, te amo. Mucho.- Le digo en voz baja mientras me aprieto mucho más a él.
-Guau, ¿y este recibimiento? Vaya vaya, la que después va por las calles dándome sustos y empujones mientras yo le compro de todo....
Levanto mi cabeza y le callo con un beso, pero de esos desenfrenados y con ansia de saborear sus labios.
-Cállate, o hago que te arruines- Le digo, poniéndome en el papel de compradora compulsiva.
Paul y el piloto del jet nos llevan por una puerta dónde está esperándonos para despegar. Mientras entramos colocándonos casi igual que cuando fuimos a Andalucía, las dudas sobre el final del concierto vienen a mi mente.
-Niall, ¿qué pasó ayer, al final del concierto? ¿Por qué tuvisteis una reunión de urgencia?
Niall se ríe casi con ironía mientras se sienta y yo me pongo más confusa aún.
-La reunión no fue más que una bronca de Paul por lo que hice.
-¿Te refieres a sacarme al escenario?
-Sí, eso mismo, pero esta vez tiene razón.
-A ver, explícame.
Poniéndonos un poco serios, me explica que lo que hizo ayer en realidad fue idea de Liam para Dani, pero que no se atrevía por todas las consecuencias que vendrían después. Pero él, tras pensárselo en unas canciones, decidió sacarme a mi mientras Liam le decía “estas loco” a través de pequeños gritos que con los grandes de las Directioners no se oían. Paul les dijo que es demasiado arriesgado porque puede causar muchos rumores e historias increíbles pero verosímiles, y también les recordó que más de una vez habían tenido una charla parecida.
-Ya sabes, como eso de que Harry y Louis están juntos y Eleanor no es más que una actriz...
-Sí, hay Directioners realmente gilipollas.- Digo, soltando una risa.
-Pero, aunque haga algo de gracia la situación, se pasa muy mal. Y gracias a lo que hice ayer, ahora vas a recibir muchos insultos, y se van a crear rumores....
-Es lo más probable, pero yo ya tenía cosas así en cuenta.
-¡Pero ahora será mucho peor! Y todo por mi culpa...¿Se te ha ocurrido meterte en Twitter o en alguna red social últimamente?
Me quedo algo pensativa y contesto que no, ya que con todo este movimiento sin freno ni me he acordado.
-Marina- Me coge de la mano- No lo hagas. Al menos, en unos días...
Lógicamente, hago todo lo contrario y en un segundo tengo el móvil en la mano y reviso Twitter.
-¡Marina, joder, te he dicho que no!- Intenta quitármelo pero al final le gano y lo que parecía enfado se vuelve a convertir en tristeza.
-Niall, no estés así. Ya estoy muy acostumbrada, todo empezó con los rumores de que estábamos juntos y ya ha pasado bastante tiempo...- Digo, quitándole importancia a su preocupación,
-Pero ahora será peor...
-¡Pero me vuelvo a acostumbrar!- Le sonrío. Bajo mis ojos hacia la pantalla y solo me hacen falta exactamente 6 minutos y medio para darme cuenta de la razón de sus palabras.
Desde "puta" hasta los peores insultos, todos mencionándome a mi y en varios idiomas directamente hacia mi persona, con mi nombre y hasta apellidos. Zorra, guarra, asquerosa, aprovechada... Y muchas cosas que no son para nada verdad, como por ejemplo que solo le quiero por el dinero o que él solo me quiere por mis tetas.... Intento pasar un poco de todo lo que leo silenciosamente, que son más de 200 menciones con palabras similares. En algunas hasta me río, pero en otras mi cara desconcierta a Niall.
-Marina, ¿estás bien?- Me pregunta mientras escribo un rápido tweet.
“Amo a Niall y él me ama a mi. Nada más que decir.” Enviar y listo.
-¿Marina?
-Sí, sí- Contesto, acelerada.- Estoy bien, no es para tanto.- Miento, ya que nunca me han insultado tanto en mi vida y ha resultado un golpe bastante gordo. Pero bueno, yo finjo saber mentir y Niall finge creerme para dejar el tema y continuar el resto del viaje bien.




Dani mueve la cabeza mientras dice "no" en voz alta. Liam se ríe de ella y asiente diciendo "sí" mientras intenta encontrar su mirada. Ella gira la cabeza moviendo suavemente todos sus rizos hacia una sola dirección. Liam pone su mano sobre su barbilla y cogiéndola para atraer la boca de Dani hacia la suya, le susurra "sí" de nuevo.
-No puedo creerme que estuvieses cantándome a mi.
-Pues era para ti. Te estaba mirando a ti. Louis te encontró antes que yo porque no sabía dónde buscar entre tanta gente.- Sonríe al recordarlo.
-Que no.
-¡Que sí! ¿Por qué te empeñas en decir que no?- Aunque Dani sigue sonriente, Liam ahora muestra algo de decepción.
-Porque estas cosas no me pasan a mi. Los famosos no se enamoran de mi, y no me cantan canciones en directo.
-Los famosos no, pero yo sí. Dani, te valoras poco.
Dani se apoya sobre la mesa con las manos en sus mejillas y el pelo cayéndole sobre la cara tapándole un ojo.
-Mírate- Continúa Liam- Tu pelo, tus ojos pequeñitos y graciosos, tu sonrisa y tu risa chillona, tu diminuta nariz...¿En serio tengo que repetírtelo otra vez? Eres perfecta.
Dani contesta riendo mientras mira al suelo con una leve risa.-Me lo repites tanto que no me lo creo.
Y es verdad, no se lo cree. Después de tanto tiempo, aún le cuesta acostarse con el pensamiento de que es la novia de Liam James Payne. Después de tantos meses aún no asimila haberles conocido y estar viviendo todo esto, que es tanto que no consigue guardarlo en su mente. Ella no esperaba mucho en su vida, quizás unos cuantos viajes más emocionantes, o conciertos, o fiestas... ¿Pero esto? Esto está fuera de todo lo que ella era consciente de que podía realizar.
Y lo que menos ve como una realidad pero es lo que más le gusta no es el jet, o el hotel, o el concierto, o Londres, o las revistas, el dinero, la fama... Es Liam. Nunca pensó que iba a encontrar a una persona más comprensiva, cariñosa y enamorada de ella que Josh hasta que apareció  y por fin se dieron cuenta de que se pertenecían el uno al otro.
Se ha convertido en una actividad habitual para ella pensar en el día en el que se dieron cuenta cada noche.
-Pues eso es porque eres muy tonta.- Contesta Liam con un gesto de sabiondo y revolviéndole el pelo para despeinarla. Mientras ella se lo coloca, él sigue observándola, porque cada palabra que le dice es tan cierta que no le hace falta pensarse dos veces los "te quieros" o los actos. Bueno, ciertos actos...
-Ayer...
-¿Qué?- Dani vuelve a poner toda su atención sobre él.
-Ayer, la idea de Niall en realidad fue mía. Iba a sacarte yo, y se lo dije entre una canción y otra, pero luego volví a decirle que al final no iba a hacerlo, por todas las consecuencias.
-¿Insultos de las fans y demás?
-Claro... Lo siento, Dani.
-¿Lo sientes? Aún no asumo que me cantases Moments a mi, imagínate si me llegas a sacar. Además, no lo hiciste por mi bien.
Claro que fue por eso, ¿por qué iba a ser si no? Lo que más quería en ese momento era sacarla y gritarle al mundo que ella era ahora la que ocupaba su vida, la chica sencilla que con su sonrisa y su amistad había llegado a algo más, a mucho más...Pero aún se acuerda de Danielle. No es que siga enamorado de ella, no, para nada. Danielle al final solo se ha quedado en un bonito romance y al final en un bonito también quebradero de cabeza y para terminar la historia, un grave error que gracias a Dani consiguió eliminar. De lo que aún se acuerda es de cuando cada mínimo gesto de cariño repercutía en la vida de Danielle en forma de insulto y a veces, procedentes de las fans más locas, hasta amenazas de muerte. Danielle nunca consiguió acostumbrarse a todo eso, aunque lo aguantase muy bien, aunque fue una persona increíblemente fuerte para seguir con él a pesar de todo.
Pero Dani...
A su pequeña Dani la ve tan débil... La ve como a una pequeña flor, como una nube solitaria en un despejado cielo o como una sonrisa tímida en ese rostro lleno de deseos, sueños y esperanzas por cumplir que lo mira con amor. Siente la necesidad de protegerla del duro mundo que le espera, y aunque ella no lo sepa, Liam ha pasado noches y noches pensando  en cuando la revolución empiece y aunque haya comentarios positivos y llenos de alegría  hacia la nueva pareja del mundo del famoseo, abundará mucho más todo lo demás.
Seguro que es lo que ya le está pasando a Marina, aunque ella no haya dicho nada en lo que llevan de día. También lo aceptará con el tiempo, pero necesitará mucho apoyo y Niall bastante control... Eso también le da muchísima rabia, aunque en una pequeña parte la culpa es de la imprudencia de Niall. No quiere que ni a su mejor amigo ni a su novia que prácticamente ya es una hermana les pase nada.
Pero él tiene claro una cosa: no ha esperado 5 meses para estar preocupado por los demás, sino para recuperarlos con Dani.




El resto del tiempo en el avión me encuentro ausente, y aunque casi todos lo notan intentamos dejar el tema para otra ocasión, o mejor, para no hablar de él nunca. No me esperaba tantos comentarios, sobre todo cuando he vuelto a mirar Twitter con la escusa de que iba al baño y con mi tweet éstos habían empeorado.
Ahora está todo bastante mal, ¿para qué engañarme? Niall tenía razón y me ha afectado bastante. Nunca me habían dicho cosas semejantes, y encima ni tienen razón. Todo porque uno de sus ídolos ha demostrado que está enamorado. ¿No lo sabíais ya? ¿No me insultasteis suficiente la última vez?
Pensando me doy cuenta de varias cosas. De repente, como un rayo o una bombilla imaginaria en mi cabeza, saco mi móvil y en notaciones apunto varias cosas sobre las que escribir. Lo que está pasando me está haciendo reflexionar, al menos está sirviendo de algo... Y lo peor es que solo es el principio.
No es hasta que no estoy en el taxi en camino del nuevo hotel en Madrid cuando me doy cuenta de que falta poco menos de media hora para que Elena y Cristina lleguen. Entonces por fin levanto la cabeza de todo lo que estaba escribiendo en mi móvil y le meto prisa al taxista para dejar las maletas en el hotel rápidamente. Cuando llegamos nos tienen bastante tiempo esperando, así que cuando nos dan la llave salimos tan deprisa escaleras arriba que casi tiramos a un niño pequeño, pero ni siquiera nos damos cuenta hasta que sus padres empiezan a gritarnos. En vez de un "perdón" o un "lo siento" solo nos salen risas mientras literalmente tiramos las maletas dentro de la habitación e intentamos coger otras escaleras para no toparnos con la familia enfadada.
El taxista nos espera abajo sonriendo mientras seguramente piensa en todo el dinero que nos está sacando. Cuando miro la hora me alarmo aún más porque faltan solo 12 minutos para que lleguen.
-Tía, no te preocupes, seguro que luego entre una cosa y otra llegan más tarde...-Me tranquiliza Dani, aunque ella está igual de nerviosa que yo.
Somos dos chicas y un chico que la mayor parte de su vida la han pasado en un pueblo donde si quieres ir a algún sitio el mejor transporte son tus pies y ahora vamos de aeropuerto en aeropuerto...Por muchos aviones que llevemos ya, no conseguimos acostumbrarnos porque este ajetreo, las prisas y el constante movimiento de taxis cansa a cualquiera.
Pero nuestros nervios, cansancio y agotamiento se multiplica cuando al llegar al aeropuerto en vez de a Cristina o a mi prima vemos a un buen puñado de Directioners con la esperanza de  que los chicos siguan allí. Al entrar por la puerta principal es inevitable que no nos vean, pero aún así corriendo Dani me da la mano, yo se la doy a Alfonso e intenamos escondernos tras un puñado de gente.
-¿Salimos? Por unas cuantas fotos y firmas...- Dice Dani, decidida a salir, pero yo le cojo la mano y le ruego con la mirada que se quede a mi lado.
-¿Lo estás pasando mal?- Me pregunta, posando su otra mano sobre la misma que hace un segundo le sujetaba con fuerza.
Asiento con la cabeza manteniendo la mirada en un punto fijo mientras inevitablemente los peores comentarios llegan a mi cabeza.
-¿Mucho?
-Digamos que...bastante.- Le contesto, pero con una pequeña sonrisa la calmo.- Venga, vamos a salir.
-No, no salgas Marina. Vas a acabar peor.- Dice mi hermano, intentando retenerme.
-Bueno, la mayoría de los insultos han sido en inglés, así que si hay una o dos españolas que me odien, pues...Pues paso de ellas.
Salimos de detrás de toda la gente que nos cubría sin saberlo y poco a poco se van acercando algunas chicas emocionadas. Por muchas veces que me pase esto, aún no me acostumbro a posar con tanta frecuencia en fotos. No sé ni como ponerme, y cuando me veo por internet me horrorizo de lo mal que salgo en la mayoría. Pareceré idiota, pero cuando era más pequeña solía ensayar sonrisas delante del espejo para ver cuál quedaba mejor cuando me hiciese la esperada foto con mis ídolos, porque tenía claro que tendría una. Ahora lo hago para salir con las fans de mis ídolos...Aunque es extraño y aún no encuentro el sentido a que me pidan fotos, me siento orgullosa de mi misma.
Algunas chicas también me dan libros para que los firme e intento ser original igual que hice con las firmas de nuestras nuevas amigas. A una chica le pongo que me gustan sus ojos verdes, a otra que su camiseta de 1D es muy original...
Tras un rato firmando y posando con sonrisa cansada para las fotos, me doy cuenta de que cada vez vienen más chicas y mi prima y Cristina no aparecen por ningún lado. En nuestros móviles no hay llamadas perdidas y ya hacen 20 minutos desde su supuesta llegada. Con ese pensamiento sigo con las fotos, las firmas, los abrazos (¿porque me abrazan? Solo soy la novia de Niall, joder) y con las interminables preguntas tipo "¿Dónde están los chicos?" que intento contestar de forma escueta.
Me fijo en un pequeño grupo de chicas que hay a la izquierda de todas las que esperan su turno o dan empujones para estar con nosotras. ¡Hasta con mi hermano!
Ese pequeño grupo está formado por dos chicas que se dan la mano y con ansia hablan con otra, que de brazos cruzados mira al suelo y contesta en voz baja y bastante cabreada. Tras un buen rato observándolas me sorprende un poco que al decidirse las dos chicas juntas venir a nuestro lado, la otra le pega un tirón de pelo a cada una y les grita. Por fin puedo oír lo que dicen.
-¡Que no joder, que sois unas putas falsas, que vais a haceros fotos con esas!-Dice, con un brazo aún cruzado mientras el otro lo mueve con fuertes gestos.
Cuando vuelven a hablar casi en susurros soy yo la que se enfada y finjo que me llaman para apartarme e intentar oír lo que dicen. Con el móvil en el oído y diciendo algunas palabras como "sí" o "vale, luego nos vemos" intentado ser buena fingiendo, logro escuchar gran parte de la conversación.
-Laura, joder, es que son Dani y Marina, las tenemos ahí al lado y ni siquiera nos vamos a hacer una foto... Nosotras sí queremos, otra cosa es que tu no quieras...- Intenta razonar una chica de pelo rubio cortado por los hombros.
-Es que es eso, que no han hecho nada malo...
-A mi Danielle me cae medio bien...Que tampoco, pero bueno.- Dice de repente la chica del mal genio, al fin levantando la mirada que tenía fija al suelo- Pero es que la otra me pone de los nervios. Es que joder, ¿la habéis visto? Si es que se nota que no quiere a Niall, que está con él por el dinero, ¡si es que se nota!- Grita, pero en seguida vuelve a bajar el tono de voz- Esa es la típica aprovechada...¿habéis visto alguna foto de ella romántica con Niall, o algún acto en el que parezcan novios?
-¡Pero si la sacó al escenario y le cantó "My Paradise"! ¿Eso te parece poco?
-Eso es lo que más coraje me da, ¡si no se movía! solo le besaba, ahí, que se note que solo le quieres para lo que te conviene...
Casi inconscientemente de repente me encuentro detrás de esa chica apretando el móvil en una mano e incándome las uñas en la palma de la otra. Las otras dos me miran con los ojos muy abiertos mientras dicen "Laura, Laura..." Pero esa tal Laura pasa de ellas y sigue soltando gilipolleces por esa gran boca que parece no tener fin.
-Sois las amigas más falsas del mundo. Queréis una foto con la roba- fama de Marina y con Dani, la que parece que no ha roto un plato en su vida. Seguro que Liam la engañó con la otra Danielle y por eso ahora están juntos...
De repente es como si esas palabras llevasen una especie de bomba activada que hace que explote. Me duele la palma de la mano, pero de la rabia lo único que puedo hacer es seguir apretando mis uñas ahí.
-Llevo un buen rato escuchando tus gilipolleces, pero con Dani no te pases ni un poquito porque por si no te habías dado cuenta, mi novio tiene a su disposición muchísimos guardaespaldas.- Digo finalmente, con un tono lo suficientemente cargado de mala hostia y altitud como para que Dani y todas las demás chicas me miren. La tal Laura se da la vuelta al segundo y me mira con cara de incrédula.
-¿Y qué van a hacerme, pegarme?
-No, eso puedo hacerlo yo misma.
-Que valiente. ¿No te basta estar chupándole la sangre a Niall?
-¿Pero que dices, gilipollas?
-Oye, que yo no te he insultado.
Casi le escupo en la cara cuando la risa viene a mi de la forma más sarcástica posible.
-No me has insultado...a la cara.
-Si quieres lo hago, roba-fama de mierda.
-¡Eh, eh! ¿A ti qué te pasa? No le vuelvas a decir nada porque te juro que hago que te echen de aquí a patadas- Dice Dani, haciendo que ya no solo nos miren las fans, también los pasajeros que caminan cerca nuestra.
-Yo al menos soy una fan que lo daría todo por mis ídolos, no como vosotras. Y sí, os lo digo a la cara: vosotras solo queréis el dinero de Niall y Liam.
-Antes de ser las novias de Niall y Liam éramos  Directioners y lo seguimos siendo, y seguro que verdaderas, no como tu, que estás aquí para insultar y soltar mierdas por esa boca.- Sé que no estoy siendo para nada adecuada, que debería salir de aquí y esperar a Elena y a Cristina en otro sitio, que mejor me callo y paso de líos...Pero cuando me caliento, ya no hay quién me pare, el mal genio sube por mi estómago con una rara sensación y acaba en insultos que más tarde, se convierten en gritos.
-¡Que te calles, hija de puta, que vuelvas a tu pueblo ese de mierda y le robes el dinero a el primer cateto que se te ponga por delante!
-¿Pero tú quién te has creído para hablarnos así? Niña, que te arruino la vida.
-Uish, mira como tiemblo, ¿que vas a hacerme tu? ¿La verdad duele, eh?
-Marina- Dani aparece detrás mía- Vámonos, por favor, déjala. Es una mojabragas de éstas que no razonan, no nos metamos más con ella...
-Dani, deja de susurrar, que se te oye. ¿Cuánto te pagó Liam la primera noche?- Tras soltar este comentario acompañado de una risita, se da la vuelta dispuesta a alejarse y terminar ahí la pelea.
Los pasajeros sacan sus móviles y lo graban todo, los flashes de las cámaras cada vez nos ciegan más, las Directioners que hace un largo rato se hacían fotos con nosotras ahora twittean lo que está pasando...¡Hasta hay varios periodistas entrando por la puerta principal, con sus cámaras en mano y rodeándonos cada vez más!
Pero yo no puedo controlarme. A pesar de toda la gente, a pesar de que tengo un puto nudo en la garganta y que por mucho que intento tragármelo, quiere salir en forma de insulto, grito o lágrimas.
Y me lanzo. Me lanzo con las manos abiertas y los dedos curvados para coger a esa niña del pelo y dejarla calva, para liarme a guantazos y dejarle bien claro a través de más gritos que amo a Niall más fuerte de lo que ella o todas las fans obsesionadas del mundo pueden odiarme a mi...
Cuando estoy a punto de cogerla, a centímetros de su pelo negro encrespado, unos brazos rodean mi vientre y arrastran de mi hacia atrás. También siento dos manos en mi cintura haciendo aún más fuerza, pero no me paro hasta que no oigo un "No" de una voces bastante familiares.
-¡Elena, Cristina!- Digo al darme la vuelta, y tras quedarme algo parada, por fin sonrío. No sé si saltar de alegría o volver a gritar de la confusión. Están aquí, por fin, después de tantísimo tiempo esperando para abrazarlas...Una idiota no va a impedir que haga eso, lo malo es que al sentir sus respiraciones y sus palabras intentando tranquilizarme, las lágrimas desenfrenadas muestran que en realidad estoy siendo muy débil...
-Vámonos de aquí ya. ¡Ya!- Dice Cristina con una voz tan convincente que salimos corriendo antes de que los guardias lleguen, antes de que pueda liarme a puñetazos con esa niña.
-¡Dani, Dani! ¡Marina, aquí!
Una voz nos llama con susurros altos y al darnos la vuelta vemos a Harry en una puerta escondida haciéndonos un gesto rápido de manos para que vayamos hacia allí. Corremos todo lo que podemos y una vez todos dentro, cerramos con un gran portazo. Al levantar la mirada, los veo a todos allí, pero no me da tiempo a observar nada más cuando Niall me coge desprevenida y me abraza con ansia.
-Lo siento, chiquitaja. Todo es culpa mía.
Esta vez no puedo sonreír para tranquilizarle. Solo puedo subir el volumen de mi llanto porque la persona más maravillosa y el amor de mi vida cree que es culpable de algo que posiblemente haya sido lo más feliz que me ha pasado en la vida.
Así que simplemente lloro y le abrazo.
 Todo por una niña idiota, pensaréis. Hubiese sido más fácil pasar de ella, pensaréis. Soy una exagerada, pensaréis
Pero es que no es solo eso, es la presión de todo un fandom contra mi.









viernes, 12 de julio de 2013

CAPÍTULO 5.

Aunque pensábamos que llegaríamos tarde al concierto, al bajar del jet y ver la hora que era nos hemos tranquilizado, y al parecer Paul también cuando le hemos informado que de nuevo nos encontramos en Barcelona. Calmándonos un poco, nos hemos metido en la furgoneta y sin prisas por el ajetreado tráfico de la ciudad, hemos llegado al Palau Sant Jordi.
En seguida se nos ha abierto un pequeño sitio para que pasemos sin interrupciones, aunque algunas afortunadas Directioners han conseguido ver a algunos de nosotros a través de las ventanillas. Nos han mandado corriendo para adentro y Paul nos esperaba con la bronca mucho más pacífica al haber llegado a tiempo para todo.
-¿Vosotros creéis que podéis desaparecer así como así con el jet privado? ¿Eh? Faltan 17 minutos para el concierto, vamos, Teasdale os espera para el vestuario,vamos, vamos,vamos.- Paul les pone las manos en la espalda a Zayn y a Harry y así empuja a los demás a pasar adentro. Se pone las manos sobre la cara y con con todo el  cansancio sobre él se da la vuelta para salir corriendo hacia a saber qué otro asunto cuando se da cuenta de nuestra presencia.
-¿Qué hacéis vosotros aquí? ¡Vamos a abrir ya las puertas, tenéis que iros a la primera fila si no queréis que os la quiten! Venga, id por ese pasillo y acabáis en el escenario, saltad por él y os colocáis- Paul habla acelerado y cada vez más alto mientras se aleja. Nosotras tomamos el pasillo y nos encontramos a los chicos en una de las puertas que hay en él, apunto de entrar.
-¡Mucha suerte!- Gritamos los tres.
-Aunque no la necesitáis, claro- Afirma Dani. Nos alejamos riéndonos y por fin acabamos en el escenario, dónde las bailarinas ensayan los últimos pasos antes de que empiece todo.
Nos colocamos en el filo  dispuestas a saltar y quedarnos allí, pero una voz de chica nos llama y solo avanza mi hermano, que cae al suelo de una forma tan torpe que provoca risa.
-¡Danielle, Marina!- La voz femenina vuelve a llamarnos y nos damos la vuelta. Hacia nosotras viene la bailarina castaña y con gafas del otro día.
-Hola- Saludamos Dani y yo, sonriendo.
-Hola...- Al llegar a nosotras se queda algo cortada pero en seguida toma control de sus palabras- Danielle, siento mucho lo del otro día, iba despistada...
-¡Jajajajaja! No pasa nada, ¡solo era agua!- Dani se muestra amable.
-Me llamo Andrea, encantada- Como se queda algo quieta, somos nosotras las que le damos dos besos. Ella se limita a sonreír y a hablar- Quería deciros que soy una gran fan vuestra- Con un movimiento de manos inquieto pero a la vez adorable, sigue hablando cada vez más confiada-  No solo por lo de Liam y Niall, también por lo que hacéis... Dani, me encantan tus fotos, sales preciosa en todas las revistas...-
Dani sonríe mirando al suelo, aún sin acostumbrarse a que le digan "guapa" cuando antes solo existía para unos pocos, no para medio mundo.
-Y Marina, me encanta tu libro, en serio, me declaro fan número uno. ¿Cómo lo haces? Es como si estuviese en la situación de los personajes...
-Bueno...- Ahora soy yo a la que no le salen las palabras- No sé que decir, aún es tan raro que me digan cosas así...- Le respondo, con toda sinceridad.
-¡Pues acostúmbrate! Iba a traerme el libro para que me lo firmases, pero se me ha olvidado en casa...
De repente, un grito sobresale entre todas las voces y las puertas suenan muchísimo al abrirse.
-¡Venga, venga! ¡Vámonos, corred!- La coreógrafa hace que todas las chicas corran hacia dentro- ¡Andrea, por dios, venga!
Andrea se despide de nosotras, pero no muy convencida se queda en el sitio mientras saltamos con mi hermano
-¿Qué...?- Logra decir tras unos segundos, pero al darnos la vuelta hace una pausa mirando cómo todas sus compañeras se marchan. Al fin vuelve a reaccionar y nos pregunta:- ¿Qué... os parece quedar mañana, nosotras y unas amigas a tomar algo? Y así me puedes firmar el libro...
-¡Vale!- Contestamos las dos.- Lo hablamos luego.
-¡Adiós!- Dice, desapareciendo por un hueco del escenario con otra bailarina delgada de pelo liso y totalmente negro que la esperaba con impaciencia y que la recibe con un pequeño grito cuando llega a su altura.


En cuestión de minutos las Directioners van ocupando la pista, corriendo para estar lo menos lejos posible del escenario y de la oportunidad de gritar lo que sienten a sus ídolos. Las chicas que van en grada buscan sus asientos con el miedo de que se los quiten aunque sea imposible porque están enumerados. Algunos grupos entran cantando, como si estuviesen dando un pequeño adelanto de lo que estar por venir, otras chicas ya tienen las lágrimas por las mejillas y cayendo al suelo, sin poder evitar la evidencia de su sensibilidad y emoción. Y luego está mi hermano, que hoy parece que se ha dejado todo lo que forma su cuerpo para estar hecho de puros nervios.
-¡Pero si estas peor que cuando les conociste!
-Calla, Marina, calla.
Al poco rato para algunas, a los miles de años para otras, las luces van iluminando cada vez menos y el Palau se queda casi a oscuras. Los ensordecedores gritos truenan nuestros oídos con cada vez más volumen, las palabras "One Direction" se corean por todo el sitio con la suficiente fuerza y potencia como para llegar al backstage, como para haber sacado las 5 sonrisas que van buscando.
Una gran pantalla se ilumina dando lugar a un vídeo que indica el principio de dos horas en las que la única norma u obligación es gritar y cantar hasta que tus pulmones se queden sin aire, hasta que se rompan tus cuerdas vocales.
El vídeo resulta ser como uno de los antiguos vídeo diarios que solían hacer, lleno de tonterías y momentos de risa con los que puedes llegar a ahogarte y toser, y sobre todo la unión de cinco chicos más hermanos que si lo fuesen de sangre.
De repente, la música suena y las risas vuelven a convertirse en gritos, como si solo con esa melodía ya saliesen al escenario.
Por eso, cuando salen, la locura entra en nosotras como una droga que se apodera de nuestro cuerpo y nos deja en el séptimo cielo.
Empiezan cantando Up All Night y nada más Liam abrir la boca para empezar su parte, el Palau canta las letras con perfecta pronunciación y muchas voces ya roncas.
Por un momento, cierro los ojos e intento respirar en un ambiente tan cargado de tensión. Al abrirlos, me doy cuenta de la emoción mi hermano, que canta con pequeños saltos mientras intenta inútilmente tocar el escenario, las muchas lágrimas de Dani, que tiene los brazos levantados al cielo, sabiendo que se encuentra en él mismo. Me fijo en las dos chicas que tenemos a un lado, intentando sujetar un gran cartel sin que la inquietud les deje...
Y entonces, lo hago. Me doy la vuelta, y respiro más profundamente aún. Todo el Palau está lleno de luces y de flashes de miles de cámaras haciendo fotos, queriendo guardar cada segundo de sus rostros, grabar cada nota de las canciones y cada palabra que sus voces cantan para escucharlas muchas veces más cuando el sueño haya terminado. Somos Directioners. Y aunque suframos bastante por ello, aunque nos llamen "mojabragas" "pavas" "gilipollas" "putas obsesionadas" y peores cosas que he oído, aunque algunas montan demasiado drama y otras pueden llegar a ser muy extremas, todas estamos aquí por la misma razón. O mejor dicho...las mismas 5 razones.
Me vuelvo de nuevo y les miro, a esos chicos que llegaron a mi como boy-band famosa y han acabado siendo mis mejores amigos.
¿Cómo me siento yo ahora?
Mis ojos intentan acaparar a los 5, pero no se están quietos y van de un lado a otro. En una de esas miradas, Zayn nos ve y nos saluda con la mano y una sonrisa expléndida antes de ponerse a cantar su solo.
Entonces es cuando toda la energía y todos los sentimientos de aboslutamente todas las Directioners que se encuentran aquí entran en mi con la fuerza de un salto y un alto grito.
La emoción y la felicidad de estar en el mejor lugar del mundo, el intenso dolor de garganta que siento cuando ya han pasado varias canciones, el sudor goteando por mi frente, el cansancio de tantos saltos, pero la necesidad de seguir bailando y de dejarme la voz por completo, los movimientos frenéticos al ver que alguno de ellos pasa por nuestro lado...
Ya sé cómo me siento. Me siento Directioner. Ahora mismo, no soy la novia de Niall, ni la mejor amiga de Harry, ni la compañera de bailes de Louis o de borracheras de Zayn, o la consejera de Liam...
Ahora mismo solo soy Directioner, y solo respiro por ellos. Solo han hecho falta unas cuantas canciones para que, por completo, vuelva a ser la chica que suspira por sus ídolos, la que daría lo que fuese por tocarles, aunque sea por rozarles al pasar por su lado...
Directioner. De alma y corazón, siempre para los 5 idiotas de las escaleras.

Ahora van con Last First Kiss, haciendo que nos quedemos más o menos en silencio y bailemos lentamente al son de esta lenta canción. Luego viene otra lenta: Summer Love, que hace que nos derritamos con cada palabra de amor. Cuando volvemos a prepararnos para la locura, las primeras notas de Moments nos abarcan, dejándonos aún más enamoradas de lo que estamos de ellos. Ahora cantan subidos en la plataforma que les lleva a ver todo el Palau, una imagen preciosa tanto para ellos como para nosotras.
Sin quitarles el ojo de encima, me doy cuenta de que Louis señala hacia abajo, y si no estoy confundida, está señalando a nosotras...Justo en el solo de Liam.

"Shut the door, turn the light off I wanna be with you, I wanna feel your love, I wanna lay beside you, I cannot hide this even though I try..."

Liam lanza todas y cada una de las palabras de su solo en una de las canciones más preciosas que tienen a Dani. Ella se queda quieta sonriendo mientras le mira, y cuando él termina su parte le lanza un beso con lentitud y su otra mano sujeta con fuerza mi brazo. La noto ausente, en otro mundo, como si en vez de estar a mi lado causándome dolor al sujetarse, estuviese arriba, en la plataforma con Liam, cantando a unísono. Por un momento noto que se tambalea y soy rápida al cogerla cuando casi cae al suelo.
-Le quiero, Marina. Le quiero tanto...
Pongo mi mano en su cabeza llena de rizos y hago que la apoye sobre mi pecho para llorar.
-Le quiero...- Dice en susurros, sin parar, hasta que, de repente, lo grita.
-¡Le amo!- Dice, en mitad del silencio del público por estar en una de las canciones lentas, haciendo que muchos la miren y los murmullos empiecen.
-¡Es Danielle!- Se oye a las chicas que tengo a mi lado- ¡Y aquí está Marina!
La noticia de que estamos aquí corre de boca en boca y aunque no puedo comprobarlo, estoy segura de que llega hasta las últimas filas. Pero a ella le da igual, porque lo único que necesita ahora es gritarlo otra vez y solo para Liam.
 Cuando Moments se termina, empiezan More Than This mientras la plataforma baja poco a poco, y una vez abajo del todo, rematan el seguimiento de canciones románticas y lentas con Little Things.
Ahora sí que sí, nos preparamos para las canciones fuertes, para volver a sentir la energía sobre nosotras.
Y sí, empiezan a cantar una más cañera, pero igualmente de amor.

"My Paradise".

En seguida noto como todas las miradas se posan sobre mi, pero hay una en especial que me quema. Una mirada fija de ojos azules intensos que me llaman como si gritaran, incluso más que nosotras.
-Va por ti, chiquitaja- Me dice, aún sin quitarme la mirada, y empieza la canción con toda la energía y el buen rollo que transmite, con esos pequeños ritmos rock de guitarra eléctrica que suenan en ella, pero con el género pop en toda la canción. Y entonces es cuando, en vez de quedarme en shock, grito. Grito como una puta loca enamorada.
-¡Dani, que yo también le amo! ¡Le amo! ¡Le amo demasiado como para estar en este hueco donde no puedo moverme, donde no puedo subir a besarle y a decirle todo esto ahora mismo!
Entonces, como si mis gritos hubiesen llegado a sus oídos, de repente deja de cantar y hasta la música se para. Los alegres cantos de las Directioners ahora con un silencio confuso que dura varios segundos hasta que vuelve a hablar.
-¡Oh, a la mierda todo! ¡Sube!- Me dice, y de repente un gran foco de luz blanca se posa sobre mi y me sigue mientras ando los pocos pasos que estoy  del escenario.
Una vez en el filo, intento subirme, pero es mucho más difícil hacerlo desde abajo, así que casi todos vienen a ayudarme, pero por supuesto, él llega el primero, y extiende sus musculosos brazos para llegar a mi cintura y subirme, pero con lo torpe que soy casi hago que acabe en el suelo... Ahora me abraza mientras su risa frenética con ganas de amar suena retumbando en mis oídos.
Me da la mano y corremos a mitad del escenario, una vez allí, avanzamos hacia casi el borde y puedo oír los gritos, la desesperación, las ganas de enamorarse de algunas chicas y la decepción de otras muchas...
-Esta es Marina. La amo, la amo muchísimo, y esta canción es para ella, así que, se la voy a cantar, porque...bueno, ¿he dicho que la amo?- Deja de mirar al público para mirarme a mi, directamente a los ojos, transmitiéndome tranquilidad como si estuviésemos solos, pero a la vez produciendo que me absolutamente todo mi cuerpo quiera lanzarse sobre él al admirar tanta belleza. No solo su mirada me atrapa, sino que también su rostro, cada fracción de su cara. Sus labios que se mueven al cantar la canción, su sonrisa entre palabra y palabra para recordarme de la forma más adorable que me quiere, sus pestañas rubias y su pelo del mismo color que relucen con las luces que dan las pantallas del escenario, sus mejillas perfectamente redondas y los lunares que habitan en ellas...
Y sus ojos. Sus ojos del color del cielo en los días veraniegos.
Su solo termina y Zayn continúa la canción mientras él apoya su frente sobre la mía.
-Chiquitaja...- Dice, antes de muy lentamente tocar con sus labios los míos y tras dejarlos ahí, respiración con respiración, sudor con sudor, con nuestras manos unidas y la que tiene sujeto el micrófono en mi cintura, los junta del todo y me da un beso lento, con mucho amor. Y gritos, y luces, y voces que cantan nuestra canción...
-Anda, vete antes de que me empiecen a regañar por el pinganillo- Dice, mostrándome una vez más su sonora y hermosa risa.
-Te amo.- Solo me sale decir esa gran verdad antes de volver saltar por el escenario, cuando en realidad quiero quedarme entre sus labios por el resto de la noche.

martes, 9 de julio de 2013

CAPÍTULO 4

La canción "So What" de P!nk suena en mi móvil, que se encuentra justo al lado de mi oreja. Me despierto sobresaltada y no atino a apagar la alarma porque aún tengo los ojos pegados. Cuando todo vuelve a estar en silencio, dejo caer mi cabeza sobre la almohada y suspiro intentando relajar los nervios desde por la mañana, ya temprano. Pero no puedo, porque miles de cosas del día de ayer vienen a mi cabeza de golpe y ya solo puedo mirar al techo inmóvil.
La prueba de sonido fue genial, como un concierto privado pero con muchas interrupciones por parte del tipo de las luces, o por la coreógrafa que corregía a las bailarinas, o por ellos mismos que se equivocaban de letras o de sitio en el que van y se reían hasta que Paul se cabreaba y les regañaba. También, Dani y yo lo pasamos un poco mal cuando en algunas canciones las bailarinas tenían que bailar con ellos, abrazándolos, pasando con movimientos sexys por delante de nuestros chicos...Y lo peor es que, para que fuese creíble, ellos también tenían que actuar un poco. 
Cuando todo terminó era tan tarde que directamente nos fuimos al hotel. Zayn, que era el que más despierto estaba, llevó a los chicos al hotel y a nosotras al nuestro. Cuando les dejó a todos, Niall apareció en la ventanilla del coche y me pidió por señas que la bajase.
-Quédate conmigo- Me susurró, cogiéndome las manos- Durmamos juntos.
Yo le sonreí y seguidamente le puse el "pero" por delante.
-¿Y mi hermano? Dani dormiría con Liam, pero, ¿y él?
Él hizo una mueca y poniéndose de puntillas para llegar a mi cara, me besó fugazmente y se fue.

Este último pensamiento me despierta de todo. Hoy nos vamos a Málaga, y luego al pueblo, y en el mismo día es el concierto. Paul les advirtió que se quedasen aquí, pero ellos insisten en ir, hasta Harry ya ha hablado con el piloto del jet privado para que nos lleve.
Aún no me creo que vaya a viajar en un jet privado. Quién lo diría. Yo, que vengo de una familia española de clase media baja, viajando en un jet privado y durmiendo siestas en hoteles de 5 estrellas.
Salgo de la cama y destapo a mi hermano para que se vaya espabilando. Dani se sienta sobre la almohada y espera a que el mareo de estar aún anonada se le pase. 
Abro el armario dónde ayer guardé la mayoría de la ropa y tras mirar un poco por encima, escojo lo que llevaré hoy. Un top de la bandera estadounidense que me llega hasta el ombligo con una camiseta de tirantes blanca que se transparenta un poco, para que así pueda lucirlo. Unos shorts vaqueros rasgados con los bolsillos que se ven por la parte de abajo y unas Converse rojas.
-Cómo no os levantáis, me voy a la ducha.
-Vale...-Dice Dani, aún medio dormida en la cama
-Y no sé cuanto tardaré.
-¡Eh, no vayas a pasarte!- Mi hermano ya parece despierto, así que le hago caso y no tardo mucho.Al salir me pongo la ropa y me gusta cómo voy, ya solo falta el pelo, pero me lo dejo al natural y se quedan varias ondas en las puntas. Le dejo el baño a mi hermano mientras termino de despertar a Dani.

Una vez listos, dejamos la habitación patas arriba porque llegamos tarde y salimos de allí corriendo.
-¿Dónde vamos?- Pregunta mi hermano.
-Al hotel, que ellos nos llevan al aeropuerto.
Un taxi nos deja en el hotel y ellos están en una de las puertas, que resulta ser una salida más escondida.
-¡Buenos días!- Saluda Louis alegremente- Ya era hora, ¿no?
-Cállate, me ha costado media vida despertarles.- Le contesto, mientras Dani se ríe y mi hermano no entiende nada.
-Oh, mírala, como una madre- Louis mira a Niall y con una sonrisa que habla por sí sola, le dice:- Va a ser una buena madre, ¿verdad?
Él le pega suavemente para no hacerle daño en el brazo, pero para que se calle.
Liam llega con la furgoneta y nos montamos. Ellos están muy normales, pero Dani, mi hermano y yo no podemos con tanta tensión. ¡Vamos a montarnos en un jet privado! Y bueno, a mi me gusta la idea, pero Dani...Las pocas veces que ha cogido un avión no me soltó la mano en todo el trayecto.
Mi hermano simplemente está nervioso por lo que lleva así desde que le llegaron las entradas a casa: Está conociendo a los chicos.
Llegamos al aeropuerto y  en seguida varios guardias nos conducen por un camino apartado que desemboca en una pista dónde hay un tipo junto al jet. No es tan grande como un avión, pero impresiona que su volumen sea para solo 5 chicos.
-¡Hola Max!- Saludan todos mientras se abrazan o se chocan fuertemente la mano con este hombre de unos 30 años.
-Éstas son Marina y Danielle- Niall no pierde tiempo en presentarnos y yo me ruborizo un poco al ver cómo me pasa el brazo por la nuca y me acurruca junto a él mientras le dice quién soy al piloto con orgullo y una sonrisa.
-Ah, y éste el hermano de Marina, Alfonso- Mi hermano mira al hombre sin saber que hacer, pero finalmente se dan la mano.
Unas escaleras se despliegan hasta el suelo y todos corren adentro como quién entra a casa, pero nosotros tres estamos aún un poco mareados de tanto ajetreo.
El interior es increíblemente espacioso, de decoración blanca y azul cielo con 20 asientos grises haciendo cuatro filas y un sofá que parece dos al hacer esquina. Max entra en la cabina del piloto y nos pide que nos sentemos y nos abrochemos los cinturones.
-Dani, ¿qué te pasa?
-Joder, que a mi éstas cosas me dan miedo.
-Ven...
Liam se lleva a Dani y ella le agarra la mano con fuerza antes de que se sienten. Harry llega con Louis y se llevan a mi hermano para que Zayn también le hable de forma rara. Estoy muy agradecida porque están intentando integrarlo en el grupo y lo están haciendo genial.
Niall aparece por detrás y al darme la vuelta me coge la mano y hace que me siente con él en un par de asientos.
-¡Ah, llegó el super héroe! ¿Crees que tengo miedo? Oye, perdona, que no es la primera vez que viajo en avión.- Digo, utilizando un tono sarcástico y cruzando los brazos mientras miro por la ventanilla, apartándole la vista.
-¡Oh, perdone, señorita valiente!- Niall también intenta utilizar ese tono, pero solo le sale una risa rara que hace que finalmente vuelva a unir mi mano con la suya.
-Cuéntamelo todo.
-¿Qué?
-Cuentame tus 5 meses con  detalles.
-Vale, si luego tu me cuentas los tuyos.
-Oh, Marina, por favor.- Hace un presumido movimiento de pelo- Soy Niall Horan, todo el mundo sabe lo que he hecho estos cinco meses.
Le pego una colleja para que deje de actuar como un niño pijo y repelente y tras reírme de él, empiezo a contarle todo lo que he hecho, aunque sea un muermazo, aunque ya lo sepa por todas nuestras conversaciones por Skype... Él me escucha, opina cuando le pido consejo, se ríe con las anécdotas graciosas e intenta ser empático en las que no son tan buenas. Le hablo de la universidad, de mis amigos y de mis nuevos amigos, de Málaga y del pueblo, de mi hermano, de mi familia...
-Hoy voy a conocer a tus padres, ¿no?- Dice, y le noto un punto más nervioso, así que opto por divertirme un rato y ponerle peor.
-No solo a mis padres... A mis abuelos, a mis tíos, a mi prima pequeña...
-¿Me vas a presentar a toda tu familia?- Su cara muestra unos claros y fuertes nervios que a mi solo me producen risa.
-No, seguramente solo a mis padres.
-Eh, eh, a mi no me hace gracia, ¿y si non les caigo bien? ¿Eh? ¿Y sí piensan que no soy bueno para ti o algo así?
-¡No!- Ahora me pongo algo más seria- Llevas haciéndome feliz desde antes de conocerme, así que seguro que te reciben como a uno más.
Él suspira profundamente, pero sé que no está totalmente tranquilo.

Max nos anuncia por unos altavoces que hemos llegado a Málaga y abandonamos el jet con las risas de Louis, Harry, Zayn y mi hermano, el miedo de Dani, la protección que le ha proporcionado Liam y la larga conversación que hemos tenido Niall y yo entre carcajadas.


-¿Sabéis qué?- Dice Liam, llamando la atención de todos.
-¿Qué?
-Como hemos venido a escondidas de Paul, no hay ningún guardia que nos lleve por otro camino.
-¡Joder, es verdad!- Exclama Dani en español mientras mi hermano, preocupado, le pregunta que qué pasa.
-Vamos a tener que salir por la puerta principal- Afirma Zayn, mirando al suelo mientras piensa algo.
-Bueno, no os va a pasar nada por una vez que sufráis un poco, ¿no, señoritos ricos y famosos?- Digo yo, con todo el cachondeo posible para apaciguarles.- A ver, poneros vuestras gafas de sol y mirad todo el rato al suelo, vamos a paso rápido, pedimos un taxi y listo.
Todos me obedecen y salimos de allí corriendo, pero en lo que no había caído es en que Dani y yo también somos famosas, así que cuando varias chicas gritan nuestros nombres, el plan se va a la mierda.
-¡Dani, Dani! ¡Por favor, una foto!
-¡Marina, Marina! ¡Dios mío, eres Marina!
Las 7 chicas vienen corriendo y conforme se acercan se dan cuenta de quiénes son los demás.
-¡Es Liam, tía, es Liam! ¡Louis!, ¡Joder, están todos!- Sus gritos hacen que varios guardias del aeropuerto intenten atraparlas. En seguida, Zayn toma el control de la situación: todos nos hacemos una foto con ellas y salimos pitando de allí, dejándolas a las 7  aún sin la credibilidad de su lado.
-Bueno, dentro de varias horas no podremos ir por Málaga tranquilos...
-¡Pues a la aventura!- Exclamo, mientras llamo a un taxi y Dani llama a otro, ya que uno no es suficiente.
-¿Dónde vamos?- Pregunta Liam, y yo les digo la dirección de mi apartamento aquí en Málaga, dónde Dani y yo vivimos juntas.
Cuando llegamos solo les da tiempo al ver la entrada, porque en seguida hago que dejen ahí todas sus cosas ( que no son muchas, porque tenemos que volver esta misma noche a Barcelona) y volvemos a bajar a la calle para empezar con nuestra mañana en Málaga.
-A ver, a ver, a ver- Harry me coge por los hombros y para mis pasos- Vamos a relajarnos un poco, ¿no? ¿Qué tal un paseo tranquilo?
Le hago caso y opto por que el paseo sea por el barrio. Cómo soy de aquí, éste es el barrio de mi infancia y lo conozco perfectamente, así que es como si les estuviese enseñando mi casa: el parque dónde me iba a jugar con mi padre, la panadería de la esquina, la gran tienda en dónde siempre había cosas baratas, ese local que ha pasado por muchos dueños a lo largo de los años...
Pasamos por la frutería de Pepe y Mari Carmen, una amable pareja que me ha visto crecer hasta que me fui a Mengíbar. Sin decir nada entro corriendo a ella y cómo siempre, Pepe está ahí, atendiendo a los clientes.
-¡Marina! ¿Qué haces por aquí? ¡Si tu estabas en Barcelona!
Mari Carmen sale al segundo y ambos me abrazan con mucho cariño. Ellos me cuidaban cuando mis padres se tenían que ir a trabajar, así que me tratan como a una hija.
-Éste es Niall- Se muestra más tímido que nunca ante ellos, así que tengo que darle la mano para que pase a la frutería y se saluden. -Eh, que no son mis padres, fuera esos nervios- Le susurro.
-¡Hello! - Dice Mari Carmen- Hay que ver, a estas alturas hablando en inglés...
Dani les presenta a Liam y finalmente todos se conocen antes de que cojamos dos taxis para ir al centro de Málaga, concretamente a calle Larios.
-¿Estáis preparados para correr?- Digo cuando estamos entrando a la calle.
-¿Por qué dices eso?
-¡Por que os voy a hacer correr, y porque estamos en pleno centro de ciudad!
-Las fans...- Dice Zayn sonriente, porque aunque a veces llegan a agobiar hasta el punto de querer salir corriendo, las Directioners son las que hacen que ellos sigan adelante cada día con más ilusión. Y no lo digo yo, ¡me lo dicen ellos!

En las próximas horas hasta que entramos en el restaurante Oh Mamma Mia a comer les hago sudar la gota gorda a todos, incluídos a Dani y a Alfonso, aunque hayan venido a comprar conmigo por aquí muchas veces, ya que me he emocionado tanto que en menos de 10 minutos nos íbamos de un sitio a otro. Un cosquilleo en mi barriga me ha traído una felicidad absoluta cuándo estábamos en el taxi, algo muy extraño pero a la vez agradable.Es porque estoy viviendo uno de esos sueños que tenía antes de todo esto, y lo estoy realizando, les estoy llevando por mi ciudad y me siento...Me siento de mil maneras.
 Hemos pasado por todas las tiendas de Calle Larios, nos hemos hecho cientos de fotos en todos los sitios posibles, incluidas las fotos que nos pedían las Directioners. Pensábamos que íbamos a tener que estar algo escondidos, pero todas se han comportado de manera adorable y cuando tenían su foto o autógrafo nos dejaban seguir caminando. Como me esperaba, Niall ha insistido en pagarme todo lo que quería comprar, incluso lo que solo tocaba porque me parecía bonito me lo compraba después a escondidas. Sin embargo, hoy me he dado cuenta de algo: no somos la típica pareja. Quiero decir que mientras que Dani y Liam se están besuqueando en cada tienda en la que paramos, Niall y yo nos peleamos por idioteces, nos pegamos cada vez que decimos alguna gilipollez o nos escondemos para darnos sustos en mitad de la calle. No nos hemos cogido de las manos, ni nos hemos abrazado al hacernos fotos, ni un solo beso...Nos hemos dado muchísimos gestos de cariño, pero como si fuésemos niños en un parque. ¡Y me encanta! Porque yo no sé ser una novia, pero sí que puedo ser una amiga, la mejor para él.
Tras recorrernos gran parte del centro, nos hemos ido a relajarnos al puerto, dónde hace poco han puesto más tiendas aún, restaurantes, un bonito parque...Pero ya había comprado tanto que he pasado de todo eso y directamente les he llevado a mi sitio favorito de allí: Unos grandes escalones hechos desde el mismo suelo que bajan hasta el agua rodeada de barcos atracados allí. Nunca he visto a nadie bañándose, y no creo que lo vea nunca porque es una zona de aguas muy profundas y dónde están casi todos los barcos, pero todos los visitantes mojan los pies sentados en el  último escalón y nosotros no íbamos a ser menos. Me gusta este lugar porque proporciona una sensación de libertad única aunque esté rodeada de tiendas y turistas. El intenso olor a mar, los peces correteando por mis pies, la brisa marina...Este pequeño sitio es uno de mis favoritos de toda Málaga.
Tras eso, andando en el borde de la acera que pasa junto a los barcos y con varios sustos por parte de Niall , Harry y Louis que amenazaban con tirarnos al agua, hemos llegado al faro. Justo detrás está la playa, así que nos hemos directamente allí. Al ser un día laboral no había mucha gente, así que estábamos casi solos corriendo hacia la orilla para no quemarnos los pies en la arena, que estaba ardiendo.
-¡Por favor, tenéis que cantar What Makes You Beautiful! ¡Os lo suplico! ¡Este es uno de mis mayores sueños desde que me hice Directioner!- Dijo mi hermano histérico, pero como lo dijo en español los chicos le miraron raro y se empezaron a reír. Cuando yo se lo traduje, cada uno cantó su parte completando la canción de sus principios, la que les llevó a la fama. Mi hermano cantaba con ellos, aunque no sé si a eso se le puede llamar cantar, porque más bien pegaba gritos emocionado y me abrazaba, luego les abrazaba a ellos y luego se reía solo. Entonces, cuando terminaron y casi se pone a llorar, me di cuenta de que está sintiendo justo lo mismo que estaba sintiendo yo en el taxi: otra vez esa maravillosa sensación desconocida e inexplicable.
Me ha costado media vida hacer que fuésemos al Oh Mamma Mia, pero tenía muchas ganas de comer allí y gracias al increíble estómago de Niall y a mi poder de convicción, estamos en este acogedor restaurante en la Plaza de la Merced, terminando los deliciosos platos que aquí sirven.
-Ojalá pudiera llevaros a Benalmádena, ¡Al Tívoli! Es un parque de atracciones que conozco como la palma de mi mano, y también me gustaría llevaros...
-¡Por favor, para! ¿De dónde has sacado toda esta energía?- Dice Zayn, llevándose las manos a la cabeza.
-Vale, vale, creo que os merecéis una buena siesta...
-¡Por fin una siesta!- Exclama Harry levantando los brazos en señal de victoria.
-Son las 16:07, a las 17:00 tenemos que salir de aquí para llegar a Mengíbar a las 19:30...- Dice Dani, pensando en voz alta.
-¡El jet tardará mucho menos!- Dice Louis, riéndose de ella.
-Pero Mengíbar es un pueblo, no tiene aeropuerto.
-No hay problema, solo necesitamos un sitio espacioso dónde aterrizar.
-¿Os vale el campo?- Les pregunto.
-Sí, ahí estaría bien.
-Esto es una locura...- Vuelve a hablar Dani, algo preocupada.
Harry llama al tipo de jet para decirle a dónde vamos, y nos asegura que él se encargará de todo. Cogemos otros dos taxis y volvemos a casa, dónde aún están todas las cosas de los chicos tiradas por el suelo. No sé cómo, pero todos se duermen por las esquinas de la casa y se niegan a moverse, por lo que mando a Dani y a mi hermano a las camas y yo me siento a hablar con mi madre por teléfono, ya que no tengo ni pizca de sueño. Menos mal que aún no ha llegado a sus oídos la noticia de que los chicos de One Direction están en Andalucía, porque Dani y yo queremos darle una sorpresa a nuestras familias.
-Oye, mamá, ¿me haces un favor?
-Dime.
-Para las 17:30 o así, vete a casa de los padres de Dani, o al revés. ¡No, no! Mejor diles a ellos que se vayan a casa de los abuelos, y os vais vosotros también...
-¡Marina, qué dices! ¿Y si no pueden, qué? Anda, anda... ¿y para qué?
-¡Jo, calla, que es una sorpresa! Tu diles que es algo muy, muy, muy importante y que tienen que ir sí o sí.
-Vale, vale, lo intentaré...
-Pásame con papá, quiero saludarle.
Cuando termino de hablar con mi padre cuelgo y al salir vuelvo a encontrarme el diminuto apartamento con  mis ídolos durmiendo en todos lados. Aquí he pasado gran parte de mi infancia y lloré toda una tarde al enterarme a los 14 años de que mis padres lo querían vender por nuestra situación económica... Aunque no viviese aquí porque ya estaba en Mengíbar, no podía dejar que otro ocupase mi casa, con todos los recuerdos que habitan en ella. Por suerte, las cosas mejoraron un poco con el nuevo trabajo de mi madre y ahora Dani y yo podemos vivir aquí.
Dejo atrás todos mis pensamientos del pasado y les despierto para poner rumbo al pueblo, dónde nos esperan nuestras familias algo confusas...


Max encuentra un sitio cerca del pueblo dónde dejar el avión y dónde parece que no molestamos a nadie.
-De todas formas, chicos, si os multan podéis pagarlo...- Dice, añadiendo varias risas.
En cuanto salimos de allí reconozco el sitio en el que estamos, aunque sea un trozo de campo y  tenemos que pelearnos con varias plantas algo altas y andar bastante hasta que llegamos al pueblo. Todo parece estar bien y Dani y yo respiramos tranquilas porque no ha habido ningún problema. Max decide darse una vuelta por el pueblo y a mi se me ocurre hacerles un tour por él, ya que es muy pequeño.
-¡No, por favor, no podemos andar más! ¡Recuerda que tenemos un concierto esta noche!- Me dice Liam, suplicándome con la mirada y el tono de voz.
-Tranquilos, será un tour en coche.
-¿En qué coche?- Dice Harry.
-Es verdad...Pues mejor conocemos nuestras familias y que mi padre me deje el coche...Creo que le convenceré.
Nos ponemos en marcha a la casa de mis abuelos, dónde mi madre me confirma a través del teléfono que se encuentran todos: ella, mi padre, los padres y hermano de Dani y mis abuelos.
Cuando llegamos a la calle de mis abuelos les pido a todos que se escondan en las puertas o detrás de los coches y solo llamamos a la puerta Dani, mi hermano y yo. Mi abuela, con cara de sorpresa, nos abre.
-¡Marina! ¿Pero tu no estabas en el concierto de los "Uan direshion"?- Dice, con una penosa pero muy graciosa pronunciación.
Mi hermano y yo le damos un gran abrazo y en seguida salen a la puerta todos los demás lanzando preguntas casi a la vez.
De repente, Louis salta desde detrás de un coche con un alegre "¡Hi!", consiguiendo asustar a mi abuelo.  Súbitamente salen todos igual de contentos y nuestras familias no se lo pueden creer. Niall en seguida reconoce quiénes son mis padres.
-Te pareces a tu madre.
-¿En serio? Yo me veo más parecido a mi padre.
-Marina, estoy nervioso, lo poco que había ensayado en español se me ha olvidado...
-¿Has ensayado?- Me río cariñosamente de él y le cojo la mano mientras con el dedo pulgar se la acaricio- Has actuado delante de millones de personas a lo largo de tu vida...¿te vas a poner nervioso delante de dos?
-Más que nunca.
-No digas tonterías...
Entramos todos en la casa de mis abuelos, la cual no es muy espaciosa y terminamos  peor que en el metro en hora punta, pero eso sí, muy felices.
-Mamá, papá, creo que no necesitáis que os diga quién es...
-No, ¡te aseguro que no!- Mi padre se ríe mientras se estrechan la mano y mi madre le da dos besos.
-¿Sabes español?- Le pregunta mi madre, muy despacio.
-Sí, un pocito. Gracias por hablar despacio.- Dice Niall, como siempre, confudiendose en "poquito" y mucho más lento que mi madre.
-Ellos son Lola y Alberto.- Le digo a él en inglés. Les sonríe e intenta decir "encantado de conoceros" pero se traba muchísimo  y provoca que mi abuela se ría con ganas mientras le da dos besos. También le presento a mi abuelo, por supuesto, y a los padres de Dani. Llamo a Harry para que también les conozca, luego a Zayn, Louis viene y Liam por fin se despega de Dani... Así, en este pequeño salón, todos se conocen aunque ni siquiera se entiendan.
-Me parece increíble que seáis los chicos con los que mi hija empapelaba su habitación, madre mía, toda llena de posters...- Dice mi madre, sonriendo mientras les mira de arriba a abajo.
-¿Empapelaba? Pero si cuándo se fue la dejó igual...- Le responde mi padre. En seguida les traduzco y todos responden con un gran "ohh, qué adorable" y Harry me coge los mofletes mientras lo dice.
-¡Tía, se ha hecho tardísimo! ¡Tenemos que irnos!- Exclama Dani de repente.
-Pero, ¿no les vamos a enseñar el pueblo?
-¡El concierto, Marina, el concierto!
En seguida se despiden todos de todos, y con varios comentarios como por ejemplo "qué altos son" por parte de mi abuela, o "Mi hija tenía razón, mira que son guapos" por parte de la madre de Dani, mi padre nos lleva a dónde está el jet.
Bajamos del coche corriendo, pero no sin que antes mi padre se despida de Niall y nos de a mi hermano y a mi un gran abrazo. Cuando vamos a salir corriendo con ellos, mi padre grita "¡Disfrutad del concierto!" y hasta puedo ver cómo se le escapa una lágrima. Supongo que es ese pensamiento de "mis hijos se hacen mayores" que todos tendremos algún día.
Una vez  en el jet, salimos de allí con 16 llamadas perdidas de Paul para los chicos en las que hay una bronca bien gorda reservada para después del concierto y el cansancio de todo el día que hemos tenido que no se ha acabado aquí, porque aún nos queda  la noche.